Es evidente que en España tenemos un problema de conexiones aéreas con el Lejano Oriente y Oceanía. Para llegar a países como China, Japón o Australia, casi siempre tenemos que recurrir a aerolíneas del Norte y Centro de Europa, lo que supone prolongar el viaje dando un rodeo por Europa y hacer escala en alguno de sus aeropuertos. Desde el 1 de agosto, la compañía dubaití ya está Emirates en España con un vuelo Madrid – Dubai, en lo que supone una ruta importante hacia un nuevo destino pujante, pero -sobre todo- una mejora de las conexiones a Asia y un incremento de la competencia, que esperamos rebaje los precios.
Los vuelos a Asia desde España siguen siendo escasos y caros. Desde Madrid, apenas Air China -con su vuelo a Beijing-, Korean Air -con un par de vuelos por semana a Seúl– y Thai -con algunos vuelos semanales desde Bangkok– disponían de conexiones directas con Asia; mientras que Barcelona dispone de un vuelo directo a Singapur con Singapore Airlines. En el caso de los países del Golfo Pérsico, la llegada de Qatar Airways hace un par de años, con vuelos a Doha desde Madrid y, más recientemente también desde Barcelona, alivió una escasez histórica que ahora se ve completada totalmente con los vuelos a Dubai de Emirates. Ciudades tan importantes como Tokio, Shanghai, Hong Kong, Sydney, Manila, Kuala Lumpur o Teherán no están conectadas con vuelos directos desde España.
Para volar a países como China, Japón o Corea del Sur, tradicionalmente las mejores opciones por precio y frecuencias eran las de KLM, Lufthansa o Air France, con escalas en Amsterdam, Frankfurt y Londres. La primera de ellas, sobre todo, era especialmente económica. En el caso de Australia, la mayor parte de las conexiones se hacían a través del Reino Unido- con British Airways, Qantas o Virgin Atlantic-, con la alternativa de Lufthansa en Frankfurt. En los últimos años, entraron en la pugna otras compañías menores como Finnair o Aeroflot, pero la escasez de vuelos entre España y sus hubs de Helsinki y Moscú hacían que las escalas pudieran ser eternas.
La entrada de Emirates en España aporta tres cosas:
– La primera- muy demandada por viajeros de negocios-, una ruta directa entre España y Dubai.
– La segunda, un aumento en la competencia por los vuelos desde España a las principales ciudades de Asia, lo que debería suponer precios más económicos y una mejora de la calidad de vuelo (algo en lo que Emirates es bastante famosa). Además, se aprecia un aumento de destinos secundarios en Asia y Oceanía que antes requerían de dos o más escalas y que ahora pueden ser visitados con sólo una escala en Dubai, como Osaka, Melbourne, Dhaka o Hyderabad, Chennai o Perth.
– La tercera, dado que geográficamente Dubai está más cerca de las rutas asiáticas que las escalas del Norte y Centro de Europa, el vuelo es más directo y se reduce el tiempo de viaje.
En definitiva, si la apertura de nuevas rutas aéreas desde España es siempre importante; que se asiente Emirates en España abre un gran abanico de posibilidades de conexión con otros destinos del Lejano Oriente, por lo que es aún más relevante. Para los viajeros de presupuesto medio y medio-bajo, las ofertas puntuales y las bajadas de precios debidas a la competencia pueden ser claves para animarse a dar el salto a estos destinos tan exóticos.
Queda por ver cómo se van a comportar los precios de los vuelos directos a Dubai y los vuelos a Asia con escala en el emirato. Esperemos que realmente animen la competencia. Por el momento, podéis consultar los precios de esta compañía en este enlace y nuestra experiencia volando con Emirates de Madrid a Tokio en este artículo.
Comments are closed.