Mayo es un mes especialmente importante para la ciudad portuguesa de Coimbra. Esta ciudad del centro del país, a mitad de camino entre Lisboa y Oporto, alberga la universidad más antigua de Portugal, una de las más importantes de la Península Ibérica y es uno de los centros académicos más importantes del país, donde los estudiantes conservan antiquísimas tradiciones universitarias.
Cada mes de mayo, la vida universitaria y gran parte de la ciudad se paraliza durante la semana de la Queima das Fitas, la gran fiesta de la Universidad que sirve como despedida a los alumnos de los últimos cursos. En ella conviven tradiciones con gran base académica, como la ceremonia de la Queima das Fitas o el Cortejo dos Grelados; con aspectos lúdicos y folclóricos. En la edición de 2011, los actos de la Queima das Fitas se prolongarán desde el día 6 hasta el 13 de mayo.
Coimbra, ciudad universitaria portuguesa por excelencia
Al contrario de lo que se espera de todo buen Erasmus al hablar de su antiguo destino, como urbanita convencido y procedente de una gran ciudad, no soy dado a hablar bien de Coimbra como destino de residencia, aunque sí insisto siempre en destacar su interés turístico para estancias breves.
Es una ciudad pequeña, estéticamente atractiva, con vistas bonitas de la colina central desde muchos puntos de la ciudad, con un rico patrimonio artístico y cultural y mucha tradición. Sin embargo, la vida práctica en la ciudad -al menos en el año 2001 en que residí allí- era incómoda por sus continuas cuestas y por su ritmo de vida tan volcado a la Universidad, que hacía que la vida durante los días lectivos fuera intensísima, pero que la ciudad estuviera muerta durante los fines de semana y vacaciones lectivas. Quien quiera visitarla en esta época, se perderá el encanto de su vida universitaria.
El centro de Coimbra visto desde el río Mondego.
Para un residente, la definiría como una ciudad que sacrifica comodidad, pero que permite vivir sensaciones intensísimas. ¿Lo recomendaría como destino para una beca Erasmus en Portugal? Si buscas sensaciones y experiencias, sin duda; pero si no estás dispuesto para ello a renunciar a parte de tu comodidad, vete a Lisboa o a Oporto.
Hay que reconocer, eso sí, que en pocas ciudades de la Península Ibérica puede vivirse en una ciudad tan volcada con su Universidad y su entorno. Los edificios de la Universidad, ubicados en lo alto de la colina principal que domina todo el centro de la ciudad, son el centro físico y vital de Coimbra y presiden la vida de la ciudad.
Dos catedrales y maquetas de monumentos
Para el turista, sin embargo, me parece una parada obligada por unas horas o para hacer noche en el camino entre Lisboa y Oporto. Las vistas de la colina desde la Baixa y la zona del río son maravillosas y un paseo por los edificios de la Universidad de Coimbra nos permitirá encontrar maravillas como las facultades de Derecho, Farmacia o Arquitectura.
Destacan también sus dos catedrales -la Sé Nova y la Sé Velha– y otros rincones como la Quinta das Lágrimas o, para los niños, el famoso parque de Portugal dos Pequenitos, con reproducciones a escala de grandes monumentos. Llegar a Coimbra en época lectiva y mezclarse con los estudiantes es la guinda del pastel, pero no siempre es posible.
Para visitarla, la mejor época es durante el curso académico, ya que en el verano está muy desangelada. La Queima das Fitas es en mayo y trae consigo mucha fiesta, pero también muchas molestias para el visitante que no visite Coimbra con ganas de juerga.
Excursiones desde Coimbra
Coimbra también es una fantástica base para hacer recorridos y pequeñas excursiones por el centro de Portugal. Atractivos como las ruinas romanas de Conímbriga -grandes y muy bien conservadas-, el balneario de Luso y la localidad vecina de Buçaco o la playa de Figueira da Foz están a pocos kilómetros de distancia.
Las ruinas de la ciudad romana de Conimbriga, cerca de la actual Coimbra.
Unos cuantos más kilómetros al sur, de camino a Lisboa, tenemos las fascinantes localidades del centro de Portugal como Batalha, Alcobaça, Tomar o Nazaré y, si preferimos ir al norte, Aveiro y Oporto están también a distancia de una excursión de un día.
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