Desde el pasado otoño, Madrid cuenta con un servicio de autobuses que conecta el centro de la ciudad con el Aeropuerto de Barajas las 24 horas del día. Hemos probado el funcionamiento del nuevo autobús Cibeles-Aeropuerto una madrugada de esta semana y nos ha sorprendido su rapidez, su fiabilidad y los numerosos usuarios con los que cuenta. La prueba ha resultado un éxito, con solo algunos mínimos puntos negativos.
Para probarlo, hemos recurrido al primer vuelo del día en la Terminal 1 de Barajas, concretamente el de Ryanair con destino a Bérgamo Orio al Serio a las 6 de la mañana. A esta hora de la mañana, el metro esta a punto de abrir sus puertas y las únicas maneras de acceder a tiempo al aeropuerto desde el centro de la ciudad son en taxi o en el autobús especial del aeropuerto. El coste del primero, desde el centro de la ciudad, es de aproximadamente 25 euros, mientras que el segundo cuesta dos euros.
Para tomar el bus Cibeles-Aeropuerto, tenemos que dirigirnos a la Plaza de Cibeles para conectar allí con la línea nocturna al aeropuerto. Ojo, la primera parada de la línea está habitualmente en la estación de Atocha, salvo en el periodo comprendido entre 23:30 y 6:00, en el que tiene su cabecera en Cibeles. Es algo que hay que tener muy en cuenta a la hora de coger el autobús, ya que siempre que se ha publicitado se da como cabecera Atocha, pero no se menciona la excepción del periodo nocturno.
Aun a altas horas de la madrugada, la Plaza de Cibeles es fácilmente accesible desde gran parte de Madrid gracias al servicio de autobuses nocturnos de la capital -los populares “búhos”- que recorren las principales calles de la ciudad y se prolongan hasta las más importantes de los barrios periféricos. Todas las líneas nocturnas de autobuses de la Empresa Municipal de Transportes de Madrid tienen su cabecera en Cibeles y se coordinan temporalmente para coincidir en ella y facilitar los transbordos.
Los fines de semana, además, estos servicios habituales de la EMT se combinan con los llamados «metrobúhos», que reproducen en superficie de forma más o menos aproximada el recorrido de las líneas del Metro.
Lo peor de las líneas nocturnas de autobuses es el gran tiempo de espera entre frecuencias. No obstante, se puede coordinar bien el viaje y evitar esperas innecesarias en la parada utilizando el servicio de mensajes SMS de los autobuses madrileños, con un coste similar al de un mensaje de texto normal, que indica la distancia y el tiempo aproximado al que se encuentra el autobús (hay que tener en cuenta que el recorrido por la noche se hace en mucho menos tiempo que durante el día). Para ello, conviene conocer el número de la parada más cercana al punto de partida para incluirlo en el mensaje.
Al estar todos los autobuses coordinados, es habitual que en determinadas zonas del centro de la ciudad puedan pasar dos o tres autobuses de diferentes líneas seguidos, con lo que habrá que esperar hasta la siguiente tanda de autobuses para poder llegar a Cibeles, lo que supone bastantes minutos.
La otra opción, independientemente de los autobuses nocturnos, es coger un taxi hasta la Plaza de Cibeles, para coger allí la línea del aeropuerto, con salida cada 40 minutos. El precio, desde casi cualquier punto de Madrid, es mucho menor que el del trayecto íntegro en taxi.
Nuestro trayecto en autobús hasta el aeropuerto
En nuestro caso, salimos de la zona de la Glorieta de Embajadores- un barrio bastante céntrico- a las 3 de la madrugada y once minutos después tomamos el autobús nocturno N-12 que nos dejara en Cibeles. Cien metros detrás del primer autobús, venía también el de la otra línea nocturna que pasa por la zona. Dos seguidos y mucho tiempo hasta que pasen los dos siguientes.
En días de diario- nada que ver con los fines de semana- el autobús nocturno va casi vacío, con apenas un par de pasajeros. Sorprendentemente, a mitad de camino se suben en el vehículo dos inspectores de la EMT, circunstancia bastante rara durante los días de diario. La atención al cliente es mejor de lo esperado e, incluso, cuando llegamos a la Plaza de Cibeles nos encontramos con un puesto de atención al público abierto.
A las 3:18 horas, nuestra línea llega a la Plaza de Cibeles y nos dirigimos a la parada del autobús del aeropuerto -de color amarillo- para tomar el de las 3:25 que se coordina con todas las líneas nocturnas que han llegado a Cibeles. La parada esta en el Paseo del Prado, a un par de decenas de metros de la Plaza, frente al edificio del antiguo Palacio de Comunicaciones (hoy sede del Ayuntamiento), justo en la zona de los buzones de correos.
Nos sorprende bastante que, tratándose de un día laborable a las 3 de la mañana, la presencia de viajeros sea relativamente numerosa. En total, somos 19 viajeros los que viajamos en el vehículo -casi todos de habla italiana y muchos de ellos coincidirán con nosotros en el vuelo a Bérgamo-. El autobús al aeropuerto pierde parte de sus asientos habituales para dejar espacio a portaequipajes, aunque todos podemos viajar sentados.
Salimos puntuales a las 3:25 y llegamos a la única parada intermedia del recorrido, en el cruce de las calles O’Donnell y Doctor Esquerdo, cuatro minutos después. Allí se suben tres viajeros mas, con lo que la mayor parte de los asientos del autobús quedan ocupados.
A las 3:37- doce minutos después de salir de Cibeles– el autobús nos deja en la parada de la Terminal 1 del aeropuerto de Barajas. La Empresa Municipal de Transportes nos da una previsión de tiempo de trayecto aproximado de 40 minutos en condiciones normales de tráfico para el trayecto entre Atocha y la Terminal 4 -posiblemente algo más en hora punta-, pero no hemos encontrado tráfico y el viaje ha sido mucho más rápido de lo previsto.
A esas horas de la mañana nos encontramos con una terminal casi fantasma, donde la mayor parte de los viajeros que se encuentran en ella duermen como buenamente pueden a la espera de su vuelo.
Aunque las 6 de la mañana pueda parecer un horario exclusivamente reservado a los vuelos de bajo coste, nos encontramos también en con algunas compañías de bandera que tienen un primer vuelo desde Madrid muy temprano para facilitar las conexiones en sus hubs de Centroeuropa. Es el caso del vuelo de KLM a Amsterdam de las 6 de la mañana o el de Lufthansa a Frankfurt a las 6:15.
En definitiva, nuestra experiencia de la línea de autobús Cibeles-Aeropuerto es positiva y económica, si exceptuamos el hecho de que -si no nos hubiéramos asegurado acudiendo a la web de la Empresa Municipal de Transportes- probablemente hubiéramos ido a Atocha al desconocer la cabecera nocturna. La conexión con otras zonas de la ciudad es adecuada y el tiempo de viaje entre el centro y el aeropuerto es muy reducido una vez que el autobús se ha puesto en marcha.
Sea como sea, si normalmente aconsejamos a los viajeros que acudan a aeropuerto holgados de tiempo, en este caso lo aconsejamos aun más. Cualquier imprevisto o perdida de un autobús nos obligaría a esperar bastante mas tiempo que durante el periodo diurno y podría poner en peligro nuestra llegada a tiempo al aeropuerto. Aunque, si se pierde, siempre queda el caro comodín del taxi.
La línea de autobuses entre el centro de Madrid y el aeropuerto de Barajas es, en resumen, un fantástico complemento para hacer que todo el proceso de tomar un vuelo económico tenga los menores costes adicionales añadidos.
Debería actualizarse el precio, no recuerdo si 5 o 6 euros, muy lejos de los 2 de hace sólo dos años.
Gracias por el aviso, Raúl. La subida del precio del transporte público en Madrid en los dos últimos años ha sido escandalosa.
Gracias por la informacion.
Me fue muy util para organizar mi llegada (en madrugada) a Barajas desde la Gran Via.
No estoy de acuerdo con parte de la noticia. Siempre que se ha publicitado se ha dicho que por la noche la cabecera es Cibeles. Otra cosa es que esa información no se retenga con la misma facilidad en la memoria.