Ginebra es una ciudad con un marcado carácter internacional e históricamente muy vinculada a las organizaciones internacionales y los Derechos Humanos. Para los aficionados a visitar lugares relacionados con la diplomacia y la historia, Ginebra ofrece dos citas de interés: la visita al edificio de la antigua Sociedad de Naciones, que hoy es una de las sedes de la ONU, y el Museo de la Cruz Roja.
Ambas estan situadas en el barrio de Nations, situado al noreste del centro de la ciudad de Ginebra, con algunas zonas situadas en la misma orilla del Lago Leman.
El complejo de las Naciones Unidas (ONU)
La visita al edificio de la ONU fue, posiblemente, la más interesante de mi paso por Ginebra. A él se llega fácilmente desde el centro de la ciudad por los tranvías 13 y 16 y el autobús numero 8, aunque hay que dar un pequeño rodeo al edificio para llegar a la zona de entrada de las visitas guiadas.
Por razones de seguridad, el complejo de Naciones Unidas se puede visitar únicamente en las visitas guiadas que se organizan para los grupos, por lo que hay que ajustarse a los horarios de las mismas. En los meses de invierno se realizan únicamente de lunes a viernes, mientras que el resto del año se prolongan también los fines de semana. Es mejor, por ello, enterarse bien de los horarios de visita para no darse el viaje en balde e ir con bastante flexibilidad de tiempo, ya que entre el tiempo de espera para la acreditación y la salida del grupo de visita puede pasar un buen rato. Además, a ello hay que unir que- al ser la visita guiada- no hay posibilidad de acortarla y se prolonga cerca de una hora.
Al llegar a la puerta hay que pasar un control de seguridad donde se nos creara una acreditación de para la visita a la ONU en un proceso que tarda unos tres o cuatro minutos. Una vez pasado este proceso, pasamos hacia la taquilla donde compramos la entrada y nos apuntamos en alguna de las visitas guiadas que se nos ofrecen en los minutos siguientes. En principio, las visitas a la sede de Naciones Unidas son casi siempre en inglés o francés, pero tampoco es extraño -dependiendo de las visitas y la procedencia de los visitantes- que se organicen algunos grupos guiados en español.
El precio de la entrada a la sede de la ONU de Ginebra en marzo de 2011 era de 12 francos suizos, que -una vez visitado el edificio- me parecen bien gastados.
Aunque las Naciones Unidas tienen su sede principal en Nueva York, la sede de Ginebra se utiliza también en reuniones, conferencias y eventos relacionados con temas de Derechos Humanos y desarme, con lo que el edificio de la ONU esta plenamente activo y lo mas normal del mundo es encontrarse con delegados y participantes en las reuniones por los pasillos. Lo que se puede ver en la visita depende, por ello, de los eventos que se celebren durante la jornada de la visita. En nuestro caso, por ejemplo, nuestra visita no pudo pasar por la sala de Derechos Humanos y Alianza de Civilizaciones -con el famoso techo decorado por Barceló- por estar ocupada con una reunión.
Visita a la Sociedad de Naciones
El origen de la presencia de Naciones Unidas en Ginebra viene de la Sociedad de Naciones, nacida después de la I Guerra Mundial para intentar evitar conflictos similares y desaparecida con la II Guerra Mundial para dejar un testigo que recogió la ONU. El complejo está situado en mitad de un parque con vistas al Lago Lemán, donado por la familia Revilliod de la Rive a principios del siglo pasado e incluye edificios de principios del siglo XX, así como otras ampliaciones posteriores.
La visita a la sede de la ONU de Ginebra comienza en alguna de las salas de conferencias medianas de la sede y con una pequeña explicación de lo que son los órganos de Naciones Unidas y cuál es el trabajo que se realiza en Ginebra, donde anualmente se organizan más de 9.000 reuniones relacionadas con temas de Derechos Humanos y desarme.
Posteriormente, se accede al edificio más antiguo- el Palacio de las Naciones original- donde se explica cómo fueron los años en los que estuvo activa la Sociedad de Naciones y se visita la Sala del Consejo, donde hay unas excelentes pinturas murales del español Josep María Sert.
Finalmente, se tiene acceso a la sala principal de conferencias del complejo de la ONU, donde se celebran los encuentros más importantes.
Se trata de una visita de aproximadamente una hora de duración muy bien guiada y que combina explicaciones históricas, políticas y sociales con la presentación de un curioso patrimonio artístico y arquitectónico. Una actividad muy recomendable para vuestra estancia en Ginebra.
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