Sí, es verdad. Aún no estamos siquiera en verano y ya estamos preparando los viajes del otoño. Pero esta vez tenemos disculpa: nos avisaron que la Oktoberfest de Munich era algo que había que preparar con tiempo y, ya tres meses antes de que comience, hemos tenido que ponernos manos a la obra con los preparativos.
La idea de visitar la Oktoberfest de Munich es bastante habitual en grupos de amigos después de la quinta cerveza. Suena muy bien y, por lo que comentan, es una experiencia única; pero a la hora de la verdad, al ponernos manos a la obra con las reservas y los preparativos, nos hemos dado cuenta de que -incluso empezando a reservar en abril- el viaje nos está saliendo caro y con algunas complicaciones.
Lo de caro, es relativamente lógico: los precios de avión suben en esas fechas -especialmente durante los fines de semana- y los hoteles también suben sus precios, más aún teniendo en cuenta que los hoteles más económicos y los albergues llevan ya meses totalmente reservados. Reservando a finales de abril, el vuelo de ida y vuelta para un fin de semana salió por unos 200 € y, a día de hoy (finales de junio de 2010), se mueve por una franja de precios ligeramente superior, como puede verse haciendo una pequeña búsqueda en Rumbo.
Complicaciones logísticas en la Oktoberfest de Munich
Las complicaciones logísticas, sin embargo, no eran tan esperadas. Los precios nos han obligado a buscar alojamiento a unos 20 kilómetros del centro, lo que conllevará viajes en una red de transporte público de cercanías que, a priori, parece bien organizada. Sin embargo, el mayor problema se presenta con las carpas.
La Oktoberfest funciona con una serie de carpas de gran tamaño -con capacidad para varios miles de personas las mayores- donde uno busca sitio, se sienta y se pasa todo el día comiendo y bebiendo. Por lo general, durante la semana puede ser algo difícil encontrar sitio en las carpas más populares, pero con un poco de paciencia, uno se consigue ubicar. Sin embargo, la tradición y la afluencia de público los fines de semana hace que sea difícil hacerse hueco en una carpa durante el día, por lo que se recomienda acudir a primera hora de la mañana y hacer cola en alguna de ellas hasta su apertura. Es decir, hay que madrugar expresamente para beber cerveza (una situación que no suele darse, afortunadamente, en la vida diaria)
Algunas de las carpas, también, admiten reservas por Internet. El problema es que tienen un número mínimo de comensales (entre 6 y 10 dependiendo de cada una), por lo que grupos pequeños no tienen esa posibilidad. Pero no poder reservar no significa que la carpa esté llena de antemano, ya que hay obligatoriamente un porcentaje de asientos que deben quedar libres para quienes lleguen sin reserva.
Las conclusiones de nuestra experiencia reservando el viaje
Vuelos caros, hoteles aún más caros, carpas saturadas y fines de semana repletos de gente… La preparación del viaje a la Oktoberfest de Munich, en conclusión, es difícil en general, aunque la fiesta merezca realmente la pena. Aquí van algunas reflexiones y consejos finales que podemos dar a la vista de la experiencia:
1.- Si tienes claro que vas a la Oktoberfest, prepara el viaje a Munich lo antes posible. Enero puede ser una buena fecha para empezar a cerrar la parte de billetes y hotel. Eso sí, asegúrate de las fechas de celebración de cada edición. La Oktoberfest de Munich, pese a su nombre, se celebra en su mayor parte durante el mes de septiembre.
2.- Los hoteles van a ser muy caros. Si te anticipas y encuentras un hotel en la ciudad por un precio menor de 100€/noche para una habitación doble (en fin de semana; entre semana puede ser algo más barato) con la posibilidad de cancelarlo después sin penalización, resérvalo aunque no tengas claro el viaje. Si te piden que pagues en el momento, piénsatelo, pero no tardes. La mejor opción, sin duda, es quedarse en casa de algún amigo o conocido en la ciudad, si se tiene.
3.- Los vuelos -Lufthansa o Iberia- van a rondar los 200€ para un fin de semana y sería muy raro que menos de 150€ para viajes entre semana. Va a ser un viaje caro, por lo que ten cuidado en no precipitarte al reservar el vuelo. Igual por no retrasarte un poco y pagar 30 ó 40€ más, acabas cambiando de planes y perdiendo el importe total del billete. No te precipites, pero tampoco te retrases demasiado. Mira los precios de los hoteles antes de comprar el vuelo y haz cálculos a ver si el viaje te sigue resultando asumible.
4.- Si vas en un grupo de más de 6 personas, investiga en las webs de las carpas a ver si puedes reservar por Internet en las fechas que deseas. Te quitarás un problema de encima.
5.- Si tienes flexibilidad de días, mejor visita la Oktoberfest de Munich entre semana. Habrá menos ambiente que durante el fin de semana, pero también menos masificación en las carpas.
6.- Calcula muy bien todos los gastos antes de decidir si haces el viaje. A nosotros, aún haciéndolo con tiempo, se nos ha ido el presupuesto y nos ha resultado una escapada particularmente cara de preparar.
Y, por último, el consejo final y más importante:
7.- SI NO TE GUSTA LA CERVEZA O COMER EN CANTIDADES INDUSTRIALES, MEJOR NO VAYAS.
En ese caso, bastará con que te enseñen las fotos o los vídeos. El viaje es caro, logísticamente difícil de preparar y su principal atractivo se basa en beber y comer muchísimo -en un gran ambiente, eso sí- (y no precisamente refrescos light o ensaladas).
Otras alternativas en Alemania
En nuestro trabajo de investigación encontramos a un alemán que nos comentó también que, para su gusto, la Oktoberfest de Munich era ya demasiado turística y nos recomendaba otras fiestas similares en otras ciudades de Alemania. En concreto, nos recomendó la de Stuttgart, en fechas muy similares.
Al investigarla un poco más, descubrimos un festival bastante interesante, similar al de Munich, menos masificado y donde, gracias a la línea directa de Germanwings entre Madrid y Stuttgart, el coste del viaje era notablemente más reducido. Sin embargo, en esta ciudad también tuvimos problemas para encontrar hoteles con un precio razonable. Es una muy buena opción para ver el espíritu de la fiesta, pero es totalmente comprensible que el viajero prefiera gastarse 100 ó 200 euros más para ver el auténtico ambiente de festival de la cerveza conocido en todo el mundo.
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