Es difícil hablar de restaurantes favoritos en una ciudad. Se trata de un concepto muy subjetivo con el que mucha gente no estará de acuerdo y que responde a preferencias personales, estéticas, ambientales o gastronómicas. Pero también es la manera de dar un carácter personal a las recomendaciones. En este caso, hacemos un pequeño repaso a algunos restaurantes donde comer en Lisboa que nos gustan especialmente.
Se trata, principalmente, de restaurantes en los que tuvimos algún tipo de buena experiencia. No son los típicos lugares donde comer en Lisboa que aparecen en las guías turísticas, aunque algunos de estos cinco restaurantes sí que puedan figurar en ellas. Tampoco suelen ser grandes mecas de la gastronomía. Nuestras recomendaciones sobre dónde comer en Lisboa no son lugares especialmente adecuados para grandes citas románticas -con excepción del Viuva-, ni para llevar a clientes importantes -hay opciones mucho más caras y elegantes para ello como los más elitistas Kais, Bica do Sapato, el famoso Eleven u otros que combinan tradición y modernidad como el Sinal Vermelho del Bairro Alto-.
Los restaurantes donde prefiero comer en Lisboa son lugares mucho más pequeños, menos pretenciosos, con un toque local, comida abundante, precio económico y servicio amable. A ser posible, con alguna particularidad o algún plato que los haga especiales. No puedo garantizar que a otras personas les sugieran sensaciones similares a las mías, pero sí que me arriesgaría a recomendarlos a quien pase por la ciudad y, por lo general, lo suelo hacer a quien me pregunta dónde comer en Lisboa.
Estos son mis cinco restaurantes favoritos de Lisboa (no necesariamente en el orden que aparecen).
Restaurante Rio Coura
Solía ser el lugar donde iba a comer en Lisboa con mis visitas cuando estábamos en la ruta turística tradicional por la Baixa, el Castelo de Sao Jorge, la Catedral y el barrio de Alfama. Descubrí el Restaurante Rio Coura con varios amigos, una vez que estábamos por la zona y probamos a entrar en alguno de los establecimientos pequeños de la calle que sube desde la Catedral al Castillo y, desde entonces, lo anotamos en nuestra agenda como uno de los favoritos para comer en Lisboa, especialmente por la abundancia y el excelente sabor de sus cazuelas de arroz de marisco a un precio más que razonable.
Como tantos otros pequeños restaurantes y snack bar de Lisboa, la estética cuidada no es uno de sus puntos fuertes. Las mesas están algo apiñadas y el espacio se comparte entre varias mesas. Sin embargo, ese es el espíritu puro de los pequeños restaurantes de Lisboa. Nuestro plato favorito del Rio Coura: el arroz de marisco, a ser posible regado con un buen vino verde de esos que te ponen en la mesa forrado de un saco térmico plateado para que no se caliente.
El Restaurante Rio Coura está en la Rua de Augusto Rosa 30, en la calle en cuesta que va desde la Sé hasta la zona del Castelo de Sao Jorge.
Restaurante Floresta de Santana
Elección totalmente personal y subjetiva para comer en Lisboa, que representa totalmente la estética y la tradición de los restaurantes portugueses más diminutos, pero a la que sigo acudiendo puntualmente en mis visitas a la ciudad. Está situado en una callejuela pequeña, tras la popular y turística Rua de Portas de Santo Antao, donde hay tantos restaurantes turísticos, subiendo por un callejón empinado que parte frente a la tienda de la Ginjinha, a un lado de la Plaza del Rossio.
Es un lugar diminuto, situado en un rincón de la calle, con una fachada casi tapada por un inoportuno árbol que no impide, de todos modos, que cuando hace buen tiempo puedan sacar una mesa a la calle y alguna parrilla ocasional para asar sardinas en las fechas próximas a San Antonio. En el interior, seis o siete mesas es todo lo que contiene y le da un carácter tradicional de barrio.
Mis platos favoritos de este restaurante son todos aquellos que salen de la parrilla, sean carne o pescado. Tengo debilidad por las febras (carne), pero las chuletas o costeletas, así como cualquier pescado a la parrilla resulta tremendamente sabroso. Y, todo ello, por un precio muy económico para comer en Lisboa.
Está en la Calçada de Santana 18, en un rincón, y no llama mucho la atención, así que buscadlo con cierta calma. En el peor de los casos, si lo encontráis cerrado, frente a él está el restaurante Sol Posto que, sin ser tan especial, hace el apaño.
Cervejaria Trindade
Uno de los clásicos para comer en el Barrio Alto por varias circunstancias que lo hacen especial. A diferencia de muchos restaurantes de la zona, el Trindade es enorme, con varias salas en su interior. También a diferencia de muchos otros restaurantes del Barrio Alto, donde comer a determinadas horas de la noche ya resulta difícil por estar la cocina cerrada (quien quiera comer en Lisboa debe adaptarse a los horarios locales de comidas), el Trindade sigue sirviendo a comensales hasta bien entrada la noche. El Trindade ocupa lo que era un antiguo convento, en un edificio antiguo y monumental, y dispone de varias salas diferentes donde ir cenando, como si se tratara de una sala de banquetes más que de un restaurante al uso. A última hora de la noche, suele tener colas en la puerta, pese a su amplia capacidad.
La Cervecería Trindade destaca, sobre todo, como marisquería; aunque la gama de platos de su carta es amplísima e incluye especialidades muy tradicionales de la comida portuguesa. Mi plato favorito de este restaurante son las enormes espetadas (brochetas) bien de calamares (lulas) o de carne. Aunque no lo recomiendo para cenar, ya que es un plato muy pesado, también tengo buenos recuerdos de la açorda (migas).
Está situado en la Rua Nova da Trindade 20, a pocos metros de la Plaza de Camoes, lo que hace de él una opción muy interesante para seguir la noche por el cercano Bairro Alto.
Restaurante Viuva
El Restaurante Viuva tiene para mí buenos recuerdos desde el punto de vista personal. Uno de los primeros a los que me llevaron en la ciudad y también uno de los que reservaba para ocasiones más especiales. Está situado en un callejón que sale de la Rua das Janelas Verdes, en la zona de Santos, menos conocida para los turistas que visitan la ciudad, pero muy apreciada también como zona de salida nocturna de los lisboetas, con algunos de los bares y discotecas más populares de la ciudad.
Es un local mucho más íntimo, elegante y cuidado que los que hemos visto anteriormente, pero también ofrece una buena comida tradicional portuguesa. Desde luego, para ir en pareja a un restaurante con encanto para comer en Lisboa sin gastarme mucho dinero, sería mi opción principal o, también, para darme un homenaje entre amigos antes de seguir la fiesta por alguno de los bares de Santos, menos saturados y menos conocidos que los del Barrio Alto.
No tengo ningún plato especialmente favorito dentro de la carta de este restaurante, pero sí que recuerdo que siempre que he comido allí he quedado contento con todo lo que he probado. Las opciones de bacalao son muy recomendables. El precio es algo más alto que el de los restaurantes de barrio, pero también es bastante más reducido que el que se puede conseguir en España por un servicio de esta calidad.
El Restaurante Viuva está situado en el Pátio do Pinzaleiro 28, entrando por un callejón peatonal diminuto que sale de la Rua das Janelas Verdes o por la Avenida 24 de Julho, ya frente al río. La alternativa en la zona para los amantes de la carne en la zona es el Picanha, en Rua das Janelas Verdes 96. Con una excepcional picanha, carne al estilo brasileño. Ojo, es caro, pero la carne es impresionante.
Restaurante Atira-te ao Rio
Técnicamente, el restaurante Atira-te ao Rio no es un restaurante de Lisboa, sino de la vecina ciudad de Almada, en la orilla sur del Río Tajo. Pero a todos los efectos, para mí, es uno de los grandes restaurantes donde comer en Lisboa. Y, además, es tremendamente diferente a la gran mayoría de ellos.
El restaurante Atira-te ao Rio está situado en la misma orilla del río Tajo (de ahí precisamente le viene el nombre) y la mejor manera de acceder a él es a pie, ya sea caminando junto a la desangelada orilla del río desde el muelle de Cacilhas- donde salen los barcos a la orilla norte- o bien bajando en ascensor o a pie desde el mirador de la parte antigua de Almada más cercana a la orilla. Sea como sea, esta zona algo más desconocida del área metropolitana de Lisboa tiene unas fantásticas vistas de la ciudad desde la zona sur del río Tajo.
El Atira-te ao Rio es diferente por su ubicación. No es fácil encontrar un lugar donde comer en Lisboa a cuatro o cinco metros del río Tajo. Especialmente, cuando el tiempo es soleado, comer en las mesas de la terraza, junto al agua y con las vistas de Lisboa de fondo es una experiencia fantástica. Para quien no quiera estar al sol o cuando el tiempo no acompaña, podemos entrar en la casa baja que sirve como sede al restaurante y comer allí con vistas al río y a Lisboa desde el ventanal acristalado.
La especialidad que hace famoso a este restaurante en Lisboa, aparte de su fantástica ubicación, es el buffet de feijoada brasileña que ofrece los sábados por la mañana. Además, los pescados a la brasa también son muy recomendables.
Son cinco restaurantes que suelo recomendar a mis amigos que buscan un buen sitio donde comer en Lisboa. Son apenas una pequeña parte de las muchas opciones gastronómicas que hay en la ciudad, pero cada uno de ellos tiene una personalidad propia y elementos que hacen de ellos lugares especiales.
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