Es algo difícil de explicar para un español y choca a muchos viajeros que acuden a Portugal en determinadas épocas de actividad festiva estudiantil, pero la vida académica y las tradiciones universitarias en Portugal están muy arraigadas: trajes, fiestas, ritos de iniciación y de despedida… Todo un mundo en sí mismo.
Coimbra, por la importancia de su antiquísima Universidad y su reducido tamaño, es la ciudad ideal para conocer mejor en qué consisten y cómo se desarrollan las tradiciones universitarias y los actos académicos, pero en cualquier ciudad de Portugal que tenga universidad podremos encontrar imágenes relacionadas con ellos. Es cierto que en Lisboa y Oporto la vida académica queda eclipsada por la ciudad y las limitaciones prácticas, pero incluso allí podremos vivirla.
La Praxe: La base de las tradiciones universitarias portuguesas
La vida académica portuguesa está marcada por la llamada praxe, un conjunto de tradiciones ligadas a la universidad que marcan la vida y la interacción de los estudiantes. El artículo de Wikipedia que citamos en este párrafo entra en los detalles de este amplísimo y respetadísimo concepto (nada de bromas con él en el ámbito de la universidad portuguesa), pero intentaré explicarla muy por encima, sacrificando posiblemente algo de precisión a cambio de una mejor comprensión.
La praxe, en la práctica, se orienta principalmente a introducir a los nuevos estudiantes en la Universidad y también a regular algunas prácticas y tradiciones internas. El elemento más visible es el traje académico, siempre de color negro y distinto en cada universidad, con la capa como elemento más característico. En otros tiempos muy pretéritos, era un uniforme para ir a clase, pero hoy se lleva básicamente en eventos especiales, festivos o folclóricos o en los ritos de introducción a los nuevos alumnos o caloiros. Por tanto, no es extraño ver en las calles de Coimbra a estudiantes vestidos de negro con su capa correspondiente.
La praxe es algo que los alumnos que entran en la universidad deben aceptar para ser considerados miembros de la comunidad académica en el sentido más tradicional. Esto implica, también, pasar una serie de ritos de iniciación conducidos por estudiantes veteranos. No es raro encontrarse a grupos de personas haciendo actividades extrañas en el centro de la ciudad durante las primeras semanas del curso. Generalmente, se trata de pequeñas bromas bastante inocentes -desde bailar por la calle hasta bromear con algún desconocido por la calle- aunque se han registrado casos aislados de novatadas muy desagradables e, incluso, humillantes.
Los estudiantes tienen también la posibilidad de declararse anti-praxe y evitar estos ritos, pero renuncian con ello a vestir el traje académico y a participar en las festividades y acontecimientos relacionados con la tradición universitaria.
Por lo general, los estudiantes sufren estas pequeñas pruebas o bromas durante su primer mes en la Universidad, aunque se pueden prolongar durante algún tiempo en su primer año académico.
Las fiestas universitarias: La Queima das Fitas
La vida académica en las universidades portuguesas es muy fuerte. De las universidades parte la iniciativa de numerosos grupos deportivos, sociales y, sobre todo, folclóricos. En Coimbra, la Asociación Académica de Coimbra es una de las entidades más prestigiosas de la ciudad y fue la base de los equipos deportivos profesionales de la ciudad. Las asociaciones universitarias son fantásticos espacios para socializar entre estudiantes fuera del entorno de clases.
Las tradiciones universitarias portuguesas engloban también numerosas fiestas y celebraciones. Las más destacadas suelen ser las que se celebran en los últimos meses del curso -generalmente en mayo-, que sirven como despedida a los alumnos de los últimos cursos. En cada ciudad y universidad tienen un nombre diferente y se celebran en fechas distintas, pero todas ellas combinan celebraciones académicas con fiestas populares y conciertos. La más popular de todas ellas es la Queima das Fitas de Coimbra.
El evento de la Queima das Fitas (Quema de las Cintas, en español) en sí es una tradición académica relacionada con los estudiantes del último curso. Los estudiantes llevan una carpeta especial, de color negro, donde cuelgan unas cintas con el color de su facultad. Cuando llegan al último curso, las queman como señal del final de sus estudios, en un acto que ha dado nombre a toda la gran semana festiva de la Universidad.
Este evento se acompaña de toda una semana de celebraciones en toda la ciudad, entre las que destacan el Cortejo dos Grelados, un desfile de los alumnos de los últimos cursos y carrozas preparadas por los alumnos de cursos anteriores, y toda una semana de conciertos que se prolongan toda la noche en el recinto ferial de la ciudad.
La culminación de los estudios se conmemora con el llamado rasganço, en el que los amigos y compañeros del estudiante se dedican a destrozar, literalmente, el traje académico del estudiante a base de tirones y tijeretazos. Sólo se salva la capa. No es raro, por tanto, ver a personas con trajes destrozados por la calle celebrando el final del curso.
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