Además de la arquitectura civil y los templos del centro histórico del pueblo, el pueblo de Takayama tiene otros atractivos en sus alrededores que son interesantes de visitar, con una mención especial para las aldeas históricas de Shirakawa-go y Gokayama, declaradas Patrimonio de la Humanidad.
No obstante, antes de recorrer los casi 50 kilómetros que hay entre Takayama y Shirakawa-go, deberíamos visitar antes el museo al aire libre de la aldea de Hida no Sato, donde podremos encontrarnos una colección de casas tradicionales japonesas.
Hida no Sato es un museo al aire libre situado en la parte suroeste de la ciudad- a un par de kilómetros de la estación de ferrocarril- donde podemos contemplar algunas de las casas típicas de la región, entre ellas las típicas con el tejado de madera en forma de V invertida, que dan a las casas una apariencia casi triangular.
Está fuera del centro histórico de la ciudad, a aproximadamente dos kilómetros de la estación de tren, en el camino de Shirakawa-go. Hay un autobús turístico urbano que recorre los principales puntos de interés de Takayama. Si bien en la zona antigua resulta innecesario acudir a él, sí que es una buena idea tomarlo si queremos ir a este museo y ahorrarnos la caminata.
Shirakawa-go
Este museo al aire libre de Hida no Sato es casi un premio de consolación para quien no pueda ver las casas de este estilo –conocidas como gassho-zukuri (construcción con las palmas de las manos juntas, según la sabia Wikipedia)- en las aldeas históricas de Shirakawa-go y Gokayama, que fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Son aldeas de campo, con casas muy tradicionales excepcionalmente conservadas, en las que podemos hacernos una idea de cómo sería la vida en las montañas en el pasado. El tejado tan inclinado favorecía que la gran cantidad de nieve que caía en la zona no se acumulara sobre el techo y permitía a estas viviendas tener habitualmente varios pisos.
Shirakawa-go es una excursión imprescindible para quienes hagan noche en Takayama, pero resulta algo más incómoda para quien quiera visitar la zona en un día. A las tres horas y media de viaje desde Kyoto u Osaka -una más desde Tokio-, hay que añadirle luego 50 minutos del trayecto de autobús desde Takayama.
En verano, es posible ver la aldea y Takayama en un mismo día, pero a partir de mediados de otoño es más que probable que la falta de luz nos impida llegar a todo. En nuestro caso, si el sol se hubiera puesto en aquella época un par de horas más tarde podríamos habernos pensado si seguir con la paliza, pero en noviembre no podíamos contar con horas de luz suficientes para verlo todo.
Además, para quien vaya con el presupuesto muy justo debe saber que el autobús que hace el recorrido entre Takayama y Shirakawa-go no está incluido en el Japan Rail Pass y cuesta algo más de 40 euros al cambio para el trayecto de ida y vuelta. Hay servicios frecuentes por la mañana, pero el último autobús de vuelta desde Shirakawa-go a Takayama sale poco después de las 5 de la tarde (Aquí encontraréis el horario de autobuses Takayama-Shirakawa-go).
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