Una vez realizado nuestro viaje a Japón, podemos ya enumerar los destinos de nuestra ruta y llenar algunos vacíos que habíamos dejado al prepararla para elegir sobre la marcha. Nuestra ruta por Japón, con sus correspondientes paradas fue la siguiente:
– Día 1: Tokio – Luchando contra el jetlag.
– Día 2: Tokio – Primeras impresiones: De Harajuku a Akihabara.
– Día 3: Tokio – Las zonas nobles de Tokio: De Roppongi a Ginza.
– Día 4: Tokio – Shinjuku, Ueno y Asakusa.
– Día 5: Kyoto – La antigua capital imperial de Japón.
– Día 6: Hiroshima y Miyajima – La ciudad, los okonomiyaki y los cervatillos.
– Día 7: Hiroshima – La ciudad de la primera bomba atómica (Noche en Osaka).
– Día 8: Nara – Cervatillos y un templo inolvidable (Noche en Osaka).
– Día 9: Osaka – La ciudad que nos conquistó desde las alturas (Noche en Kyoto).
– Día 10: Takayama – El pueblo de la montaña (Noche en Kyoto).
– Día 11: Kyoto – Jugando a piedra, papel o tijera con los niños japoneses (Noche en Tokio).
– Día 12: Tokio – El mercado de pescado de Tsukiji y lo que quedaba en Tokio.
– Día 13: Tokio – El sprint final en Tokio (Noche en el avión de regreso).
La ruta por Japón resultó tan ambiciosa como agotadora, pero el esfuerzo mereció la pena. Es cierto que los últimos días el cansancio pasaba factura, pero había tantas cosas que ver que siempre había motivación para seguir adelante.
Viaje desde España
Volamos a Tokio con Emirates, con escala en Dubai. Del vuelo en sí ya hablamos más ampliamente en nuestro artículo del blog, pero podemos resumir que ha sido una muy buena experiencia aérea. La compañía de Dubai cumplió a las expectactivas de comodidad y puntualidad y, tanto en lo que se refiere a comidas como a distancia entre asientos y- sobre todo- entretenimiento a bordo, quedamos muy satisfechos.
La escala en el Aeropuerto de Dubai no es demasiado larga, aunque da tiempo más que suficiente a pasearse por el pasillo principal de la terminal y cotillear en sus tiendas de ropa y artículos electrónicos o comer algo en alguno de sus restaurantes de comida rápida o pequeñas cafeterías. Aunque pueda parecer curioso, las horas de madrugada donde se efectúan todas las escala son las más activas, con todas las tiendas abiertas y la terminal abarrotada. Hay WiFi gratis, aunque dependiendo de la zona puede funcionar mejor o peor.
Del aeropuerto de Tokio al centro
El vuelo de ida llega a media tarde, lo que teniendo en cuenta el tiempo que se tarda en aduanas y que se tarda más de una hora en llegar al centro de Tokio desde el aeropuerto de Narita -dependiendo del medio de transporte que se elija-, nos pone en el hotel alrededor de las 8 de la tarde.
Dado lo grande que es la ciudad de Tokio, recomiendo a quien vaya desde el aeropuerto que elija muy cuidadosamente su medio de transporte para que le deje lo más cerca posible de su destino. Si nos equivocamos y tomamos un tren o autobús que nos obliga a un transbordo largo en Tokio podremos prolongar nuestro agotador viaje por espacio de una hora o más.
En nuestro caso, la conexión directa por la línea de tren rápida JR Soubu con la estación de Bakurocho funcionó bastante bien. Es cierto que tarda más tiempo que el Narita Express, pero nos dejó muy cerca del albergue de la primera noche, con lo que nos ahorró mucho tiempo de traslados dentro de la ciudad.
Japan Rail Pass, un gran aliado
El pase de los ferrocarriles Japan Rail Pass fue un gran acierto y nuestro mejor aliado en nuestra ruta por Japón. El ferrocarril resulta extremadamente caro si se compran los billetes sueltos, por lo que los 275 euros por el pase de una semana para todo el país nos resultan ahora muy bien pagados. Recomendado a todos los que quieran salir de Tokio. El coste del pase es inferior al de un viaje de ida y vuelta de Tokio a Kyoto.
Eso sí, hay que recordar que sólo se puede comprar antes de ir a Japón, por lo que no podemos esperar a llegar al país. Y, también, no olvidarse de meter el documento para el canje que te dan en la agencia por el pase al hacer la maleta. Son inflexibles con quien no lo lleva a la hora del canje.
Bases de nuestra ruta por Japón
Como podéis ver, Tokio, Kyoto y Osaka fueron nuestras tres bases de viaje -a la que sumamos una noche en Hiroshima-. Realmente, Kyoto y Osaka están a 15 minutos de tren bala (Shinkansen), por lo que resulta indiferente estar en una que en otra para moverse por la zona. Osaka tiene mucha más vida, pero Kyoto es más monumental.
El viaje a Hiroshima nos resultó tan duro como imprescindible en nuestra ruta por Japón. Es mejor, en mi opinión, hacerlo desde Osaka o Kyoto que desde Tokio. Si viajamos en un día con muchas horas de sol (en verano) podemos ver Miyajima y lo más interesante de Hiroshima en un día y volver a nuestra base al anochecer. No obstante, prefiero la opción de tomárselo con calma y disfrutar de una noche en Hiroshima.
Takayama fue nuestra opción para conocer el Japón rural y montañoso. El viaje es largo y para un día pueden quedar cosas que ver en la zona, pero sirve también para tener una imagen diferente de Japón de la de las ciudades. Hay buenas posibilidades de alojamiento para quien quiera dormir en Takayama, aunque no es la ciudad más divertida del mundo, desde luego.
Si queréis ver los hoteles y albergues dónde nos alojamos durante nuestra estancia en Japón, podéis verlo en este artículo y en este otro os contamos si es caro viajar a Japón.
Lo que nos quedó por ver
Entre las cosas que nos quedaron por ver en nuestra ruta por Japón destacan algunos atractivos habituales cercanos a Tokio como el Monte Fuji o el parque natural de Hakone con sus onsen, o fuentes termales naturales. En las proximidades de Osaka, también resulta atractiva la opción de dormir en alguno de los templos de la montaña sagrada de Koya-San.
Y, claro está, siempre queda la opción de dedicarle más tiempo durante la ruta por Japón a Tokio o a Kyoto. Son dos ciudades con muchísimas cosas que aportar. Sólo en Tokio y sus proximidades podríamos habernos quedado una semana entera con actividades diarias.
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