Homenaje a mis zapatos en Tokio
La tradición japonesa impone que no se puede entrar en casa con zapatos. No se me ocurrió nada mejor para jubilar mis zapatos que dejarlos en Tokio.
La tradición japonesa impone que no se puede entrar en casa con zapatos. No se me ocurrió nada mejor para jubilar mis zapatos que dejarlos en Tokio.
El regreso de Kyoto a Tokio supuso el comienzo de la parte final del viaje a Japón.
Durante la visita a Kyoto, nos paró un grupo de niños de unos 8 ó 9 años que nos preguntaron muy formal y seriamente si teníamos unos minutos.
La parte final de un viaje largo tiene más de recuperar cosas que dejaste de ver por el camino que de grandes descubrimientos en sí.
Llegamos tarde la primera noche, pero no dejaba de ser un viernes, por lo que nos decidimos a salir a cenar en Osaka y pasear un poco por la zona de Namba, que nos resultó animadís
Menos ambiciosa fue la noche del sábado en Osaka, tras nuestra excursión a Nara, cuando decidimos tomarnos un tiempo de descanso, salir a cenar cerca de nuestro hotel y relajarnos
El cansancio nos dominaba y ya nos reclamaba actividades más relajadas, así que aprovechamos que el Osaka Unlimited Pass nos incluía una visita a los baños Naniwa no Yu para pasar