Los correos electrónicos que recibimos en el blog son todo un mundo. Los de los lectores son, por normal general, muy agradables y bien recibidos. Pero a los de las empresas y gabinetes de comunicación que buscan notoriedad -en muchos casos gratis- a veces hay que darles de comer aparte.
Hace unas semanas os dábamos unas sugerencias sobre cómo contactar con un blog de viajes de buenas maneras. A algunos les parecía raro tener que dar ideas a la gente sobre cómo te gustaría que fueran los correos que recibes, pero es que sigue llegando de todo. Por si a alguien le ayuda, aquí quiero recopilar algunas buenas y malas prácticas que he visto en los correos que recibo últimamente.
Una de emprendedores sobrados
Recientemente recibí un correo electrónico que, en tono correcto y formal, recopilaba gran parte de las actitudes de algunas empresas que me contactan y que no me gustan nada. Pertenecía a una empresa de alquiler de alojamientos privados -uno de los numerosos clones que le han salido a la popular Airbnb, de la que ya hablamos en este artículo-. Lo copio íntegramente para que podáis verlo y luego entro en detalle en algunos puntos más en concreto.
Hola! Soy XXXXXX, uno de los fundadores de XXXX. Encantado de conocerte. Acabamos de cerrar un acuerdo con la compañía de XXXXXX Seguros para ofrecer el mejor Seguro del mercado, superando a todas las empresas del sector. Esto ayuda a garantizar la seguridad de los viajeros, además de garantizar a los propietarios el alquiler de sus espacios sin ningún tipo de riesgo. Ciao ciao a los hoteles! Gracias a este acuerdo nos hemos convertido en líderes del mercado en Seguridad y lo haremos público la próxima semana, interesado? Fundada en XXXX, XXXX es una comunidad online de alojamientos que conecta a anfitriones y viajeros de todo el mundo. Aunque existen compañías similares, nosotros somos diferentes a las demás y podemos ser una gran historia para tu blog por las siguientes razones: 1. Nos hemos asociado con el grupo XXXXX Seguros para ofrecer la mejor póliza de seguros del mundo, que cubre hasta 500,000€ tanto para viajeros como para anfitriones GRATIS en todo el mundo. 2. Ofrecemos a los viajeros lugares increíbles en toda Europa, para todos los presupuestos, sin cobrar a los viajeros por reservar con nosotros (además de ofrecerles muchos otros servicios). 3. Hemos dejado nuestros empleos en el sector de la banca para trabajar en XXXXXX desde nuestro salón, y después de su lanzamiento al mundo hace unos meses, ahora tenemos más de 40,000 propiedades disponibles en toda Europa, incluyendo: sofás, barcos, granjas, castillos etc. y muy pronto tendremos presencia en el resto del mundo. Si estás interesado coméntame cómo puedo ayudarte con el artículo. Te dejo un video de cómo funciona XXXXXX. ¡Gracias por tomarte el tiempo de conocernos!
Es un correo comercial habitual. Saluda al comenzar y da las gracias al despedirse (cosa que, aunque parezca mentira, no siempre sucede). Hubiera estado muy bien una mejor utilización de algunos signos de puntuación, pero de eso somos culpables todos. A priori, no parece especialmente desagradable, pero hay una serie de cosas y formas de comunicar que hacen que mi percepción del remitente de este correo sea negativa. Veamos algunos ejemplos.
Acabamos de cerrar un acuerdo con la compañía de XXXXXX Seguros para ofrecer el mejor Seguro del mercado, superando a todas las empresas del sector. Esto ayuda a garantizar la seguridad de los viajeros, además de garantizar a los propietarios el alquiler de sus espacios sin ningún tipo de riesgo. Ciao ciao a los hoteles! Gracias a este acuerdo nos hemos convertido en líderes del mercado en Seguridad y lo haremos público la próxima semana, interesado?
Este es el primer párrafo del correo. Me das el nombre de tu empresa, pero cuando deberías contarme a qué os dedicais me empiezas hablando del acuerdo con la megacompañía de seguros, para hablar luego de viajeros y acabar con propietarios de espacios. Metes a los hoteles y acabas diciendo que eres líder del mercado en seguridad antes de preguntarme si me interesa.
¿Si me interesa el qué? Aún no me has dicho en qué trabajas. ¿Trabajas en seguros generales, en seguros de viaje, en alquileres o en seguridad privada? Parece que lo que de verdad te importa es decirme que tu compañía de aún no sé qué ha firmado un acuerdo de no sabemos qué tipo y en qué condiciones con una multinacional del seguro. Como no trabajo en el sector del seguro, me da absolutamente igual.
Pero volvamos al…
Ciao ciao a los hoteles!
Aunque no me lo dices aún, algo me hace intuir que te dedicas a algún sector sustitutivo de los hoteles. Me parece un comentario arrogante e irrespetuoso para un sector esencial dentro del mercado turístico. «¿Ciao, ciao, hoteles?», ¿así, tan a la ligera?. En nuestro sector trabajamos, convivimos y colaboramos con muchos hoteleros diferentes. Son parte del alma de este negocio y les tengo en gran estima. Me parece que tratar así a un sector competidor por parte de alguien que llega nuevo al mundo turístico es de una tremenda soberbia.
Aunque existen compañías similares, nosotros somos diferentes a las demás y podemos ser una gran historia para tu blog por las siguientes razones: 1. Nos hemos asociado con el grupo XXXXX Seguros para ofrecer la mejor póliza de seguros del mundo, que cubre hasta 500,000€ tanto para viajeros como para anfitriones GRATIS en todo el mundo. 2. Ofrecemos a los viajeros lugares increíbles en toda Europa, para todos los presupuestos, sin cobrar a los viajeros por reservar con nosotros (además de ofrecerles muchos otros servicios).
Agradezco que la gente me proponga historias para mi blog, pero si lo hacen deben ofrecer algo que realmente merezca la pena. Cuando leo este correo, me queda la impresión de que nada de lo que ofrecen se diferencia de otras empresas del sector -y no voy a hablar de los clones cuando puedo hablar del original- y que lo único que me están vendiendo es el nombre de una multinacional aseguradora.
Pero la parte que más me gusta es la siguiente:
3. Hemos dejado nuestros empleos en el sector de la banca para trabajar en XXXXXX desde nuestro salón.
De entre tantas cosas que puedes decir que os motivaron a crear este proyecto, ¿realmente es esa la única que se os ocurre destacar? ¿Lo hacéis «para trabajar desde nuestro salón»? ¿Realmente os importa el producto que ofrecéis? ¿Si hubiera sido más fácil vender relojes o marisco desde vuestro salón lo hubierais elegido? ¿Realmente esa referencia a que trabajabais en banca era necesaria en un correo de este estilo o es puro exhibicionismo? ¿Realmente pensáis que impresionáis a alguien diciendo con toda la cara del mundo que venís de otro sector completamente ajeno -pero molón, di que sí- y que lo que más os importa es trabajar desde vuestro salón?
No sois los únicos que lo hacéis, y está especialmente de moda en las empresas clon de Airbnb o de TripAdvisor, donde han llegado a enviarme correos de presentación detallándome más extensamente qué fondo de capital riesgo ha invertido que cómo es el producto en sí. Podéis ir a la prensa económica con ello, pero aquí nos gusta trabajar de un modo más personal y emocional, con menos cifras y nombres rimbombantes y más creatividad y entusiasmo por el producto.
El correo acaba con un curioso:
Si estás interesado coméntame cómo puedo ayudarte con el artículo
Así que ya das por hecho que si me interesa lo que hacéis ya os voy a publicar. No hay una pregunta, un «¿te interesaría que habláramos?», un «¿te gustaría conocernos mejor?», un «¿crees que sería interesante para un artículo?». No hay una invitación, un ruego, una petición. Es una orden: Publícame. Así, porque yo y mi multinacional aseguradora lo valemos.
Pues no, chico. Lo siento, pero no me gusta tu estilo. La respuesta a tu correo se quedará en el limbo. Ni lo que me has dicho en el texto, ni lo que me cuentas entre líneas me ha gustado. Game over.
El falso altruismo
Pero las estrategias para colocarte contenidos van más allá de la de quien pretende deslumbrarte con sus condiciones como rey de la creación y de la tan inocente y elegante como insulsa nota de prensa. Algunos, incluso, intentan tomarte por tonto.
Hace un par de semanas, recibí un correo electrónico de una chica que se identificaba como «Marta» y que no decía representar a nadie, que parecía muy preocupada por el impulso de las actividades multimedia y sugería que ayudáramos a este sector… oh, casualidad… difundiendo un concurso de vídeos de una cadena de hoteles.
El mensaje podría ser, hasta creíble, a poco que se lo hubieran currado. Pero ni siquera era el caso. En lugar de llegar a la dirección del blog llegó a otra más privada, pero que manejan algunas agencias de comunicación. Y, del nombre del emisor del correo: encabezado con «Nalsec Nalsec» y con una dirección de Gmail, no había ninguna referencia en Internet.
Éste era el mensaje:
Buenos días, me llamo Marta y he visto que por el contenido de su web les podría interesar este concurso que acabo de encontrar.
Para los amantes de los viajes y del mundo multimedia es genial, se trata del siguiente concurso: XXXXXXX
Os lo comunico porque el mundo audiovisual para amateurs está muy abandonado y creo que estaría bien darle un empujón con concursos como este. ¡Además te regalan un viaje a Nueva York!
¡Yo ya me he apuntado!
Espero que os sea útil esta información y podamos hacer que a pesar de la crisis el mundo multimedia avance!
Saludos,
Marta
O sea, que encuentras un concurso que te gusta en la web y no tienes nada mejor que hacer que ir perdiendo el tiempo escribiendo a todos los blogs que se le cruzan por el camino para decirles que hagan vídeos gratis para una cadena de hoteles. Y, anda qué bien, además te regalan un viaje a Nueva York. Qué buenos son. Pero, ya puestos, ¿no sería mejor para el avance del mundo multimedia que la compañía de hoteles que organiza el concurso pagara -aunque fuera una cifra simbólica- por cada vídeo que se les hace gratis?
¿Realmente alguien que participa en un concurso estaría interesado en que se difundiera y llegaran más competidores? ¿Quién puede perder su tiempo enviando promoción de un concurso a blogs a cambio de nada? ¿No sería más fácil dejar de hacerse el «coleguita» o el «buenrollista» y mandar un correo de la empresa anunciando el concurso -como hicieron unos días después-? Dada mi repulsión de los últimos meses hacia los concursos cansinos no le hubiera hecho ni caso tampoco, pero por lo menos no me sentiría como si quisieran tomarme por tonto.
Mensajes que merecen la pena
Como el caso anterior me encuentro normalmente un par de ellos por mes. Reconozco que en muchas ocasiones, la impresión que me da el correo depende mucho del estilo comunicativo del remitente, pero eso es también fundamental a la hora de crear una impresión positiva en unas pocas líneas. El primer mensaje, para mi gusto, pecó de arrogante; y el segundo ni siquiera se preocupó por disimular que te estaba tomando por tonto. Pero otros pecan de fríos, impersonales, demasiado exigentes, irrelevantes y, en el caso de algunos que repiten, ya son hasta pesados.
Llegan también muchas notas de prensa. Diariamente. El contenido informativo es interesante para leer, pero la mayor parte de las veces las noticias que ofrecen tienen mínimo interés.
Por el contrario, hay determinados mensajes que transmiten buenas vibraciones nada más llegar al buzón de correo. Mensajes de gente humilde, que te habla de tú a tú, que transmiten pasión por lo que hacen o que buscan que les conozcas poniéndose a tu disposición. La intuición es importante y es capaz de transmitir muchas cosas. En ese caso, si tengo tiempo -que desgraciadamente no siempre ocurre- me gusta enviarles una respuesta.
Mirad qué texto más breve, sencillo y concreto de una empresa turística llamada Galicia Navega.
Hola, somos una pequeña empresa de Poio (Pontevedra), que nos dedicamos a ofrecer paquetes vacacionales en velero por las Rias Baixas, ofreciendo dormir en el barco y disfrutar en cada jornada de navegación de la costa gallega y visitar diferentes puertos cada tarde/noche, donde el visitante podrá degustar en estas poblaciones nuestra exquisita gastronomía y vinos. Me gustaría poder tener una reunión o si me facilitasen algún contacto, para ver que apoyo nos pueden brindar desde Voyainternet para ampliar nuestra oferta y llegar a mas potenciales clientes, muchas gracias de antemano.
Muy breve y muy claro. Pero fijaos en los pequeños detalles y en el tono.
«Somos una empresa pequeña».
Bien, alguien humilde. Nos entenderemos, nosotros también somos un blog pequeño.
«Nos dedicamos a ofrecer paquetes vacacionales en velero por las Rias Baixas, ofreciendo dormir en el barco y disfrutar en cada jornada de navegación de la costa gallega y visitar diferentes puertos cada tarde/noche, donde el visitante podrá degustar en estas poblaciones nuestra exquisita gastronomía y vinos».
En tres líneas me has dicho qué hacéis, donde estáis y cuál es el máximo atractivo de vuestro producto. Pero no queda ahí la cosa. Si os fijáis, el correo menciona la palabra «nuestra», lo que implica que el remitente está absolutamente involucrado con el producto y el destino.
«Me gustaría poder tener una reunión o si me facilitasen algún contacto, para ver que apoyo nos pueden brindar desde Voyainternet para ampliar nuestra oferta y llegar a mas potenciales clientes»
Y en otras tres líneas te dice claramente lo que quiere de un modo sencillo y bastante humilde.
En fin, que tipos de correos electrónicos hay tantos como emisores, pero algunos conectan mejor que otros.
Interesante artículo y tu punto de vista ha quedado tan bién aclarado que me han dado ganas de aplaudir.
El primero de todos es peste pura, me ha recordado a un amigo que está en uno de esos planes piramidales «no intento venderte… sólo has de venir a una reunión y verás qué pronto te convences de que esto es lo mejor que te ha pasado en la vida». Lleva meses invitándome a reuniones y charlas y todavía no tengo ni idea de qué se trata. Sólo dice que puedo ganar mucho dinero. Le pregunto que cómo ir a una reunión da dinero y a qué se dedican y sólo dice: «pues haciéndote socia y viniendo a reuniones y ya verás cómo consigues un montón de dinero»… ¡¡¡PERO QUÉ COJONES HACÉIS!!!
Sí, es mejor no contestar.