Como todos los años, muchos viajeros previsores empiezan a preparar por estas fechas sus viajes a la Oktoberfest. Para ello, hay tres puntos que hay que tener especialmente en cuenta a la hora de dar consejos para la Oktoberfest: los vuelos, el hotel y -el más particular y desconocido de todos ellos- las carpas.
Del evento de la Oktoberfest de Munich ya hemos hablado largo y tendido en este blog, como podéis ver en este artículo que resume nuestro paso por la Oktoberfest, pero nos faltaba el elemento práctico de las carpas y algunos consejos para la Oktoberfest para completar el repaso al acontecimiento.
Las carpas de la Oktoberfest
Las carpas de la Oktoberfest son el «elemento incontrolable» por excelencia para quienes van de nuevas al gran festival de la cerveza de Munich. Lo primero, llamarlo «carpas» (o «tents» en inglés) nos puede llevar al equívoco de pensar que nos vamos a meter en una instalación informal, en plan evento dominguero o bodorrio en el jardín. Nada más lejos de la realidad. Lo que llamamos «carpas» en la Oktoberfest son enormes edificios provisionales y desmontables, construidos en su mayoría en madera, con la decoración cuidadas hasta extremos insospechados, en los que caben varios miles de personas a la vez. Así que, de carpa de plástico con el césped como suelo, nada.
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Esas carpas de la Oktoberfest, evidentemente, tienen un límite de personas y unos porteros y vigilantes de seguridad muy eficaces que vigilan mucho quién entra y quién sale y, sobre todo, que no se supere la capacidad de las mismas.
Esto, que parece lo más normal del mundo, resulta especialmente frustrante cuando la carpa está llena y quieres entrar en ella, pero nadie tiene ninguna gana de salir, algo especialmente frecuente los fines de semana. La tradición es entrar en la carpa, sentarse en un banco corrido, beber, comer, beber más, empezar las bromas con los vecinos de mesa, volver a beber, seguir comiendo, subirse a la mesa a bailar al son de la banda, beber para no perder la costumbre y así sucesivamente hasta que el cuerpo no aguante o llegue la hora del cierre. Oktoberfest en estado puro.
Consejos para visitar la Oktoberfest en fin de semana
Durante los días entre semana, cuando hay menos visitantes, podemos generalmente intentar movernos de una carpa de la Oktoberfest a otra y repetir la secuencia tantas veces como nuestro cuerpo nos lo permita. El problema llega durante los fines de semana de la Oktoberfest, cuando las carpas están abarrotadas desde primera hora de la mañana, en el que se aplica la máxima «el que se mueva no sale en la foto» y nadie sale de la carpa, para desilusión de un amigo mío que pensaba: «la gente se moverá, saldrá a fumar un cigarrito, irá al baño…». Todo ello se hace dentro del recinto y a lo más que se puede aspirar es a recibir una mirada lastimera de quienes están fumando en la barandilla abierta de la terraza de algunas carpas.
Total, que en el fin de semana, si no estamos atentos, podremos sufrir la decepción de quedarnos viendo desde fuera la fiesta del interior de las carpas de la Oktoberfest aspirando únicamente a algún milagro o al premio de consolación de tomarnos una jarra en los patios exteriores –biergarten– de las carpas.
Asegurarnos un sitio en las carpas del Oktoberfest
Si queréis aseguraros un sitio en las carpas, os podemos dar tres consejos para la Oktoberfest:
1.- Visita la Oktoberfest entre semana: No todo el mundo puede y, también, suele haber menos gente que en fines de semana, con lo que no se puede sentir la esencia total de la aglomeración.
2.- Madruga el sábado o el domingo -y tampoco te despistes demasiado el viernes-: Sin duda, la opción más factible, pero la más pesada de sobrellevar. Se recomienda elegir la carpa de la Oktoberfest que nos interesa y ponernos en la cola de la entrada entre una y tres horas antes de su apertura. Es decir, para muchos será la primera vez que madruguen única y específicamente para beber.
3.- Reserva una carpa: La tercera opción suele ser la favorita de los visitantes, pero suele estar también bastante limitada. En este artículo te damos algunos contactos que te pueden ayudar a reservarlas si sois un grupo o lo hacéis con mucho tiempo de antelación.
Uno de los grandes temores de los visitantes que no conocen la Oktoberfest es pensar que no podrán acceder a las carpas sin reservar. Ante esto, hay que tranquilizar al personal: la organización impone que sólo se puedan reservar una pequeña parte de las mesas de cada carpa de la Oktoberfest, por lo que siempre habrá sitio disponible (hasta que se llene) para personas sin reserva previa. Esto supone que las plazas disponibles para reservar no son, tampoco, especialmente abundantes.
Los criterios para reservar carpas en la Oktoberfest dependen de los gestores de cada carpa, pero imponen ciertos límites que muchos viajeros no pueden cumplir. Por ejemplo, es habitual que haya un tamaño de grupo mínimo para la reserva -que suele estar entre 8 y 10 personas, dependiendo de la carpa-. También se requiere que cada uno de los comensales se comprometa a consumir una cantidad, que suele ser el equivalente a dos litros de cerveza y medio pollo (puede parecer exagerado fuera de contexto, pero al final acaba siendo sólo una pequeña parte de lo que se consume).
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