Ryanair abre varias rutas nuevas desde destinos españoles a Estocolmo a partir de diciembre- entre ellas una desde Madrid- pero con llegada al aeropuerto de Skavsta, situado a algo más de 100 kilómetros del centro de Estocolmo. No es el único, ya que el de Västeras está en Nykoping, a más o menos la misma distancia de la capital. Se entiende que no todos los aeropuertos del mundo están junto a su nucleo urbano correspondiente, pero… ¿no parecen 100 kilómetros demasiada distancia del aeropuerto al centro para promocionarse con el nombre de una ciudad como hacen las compañías low-cost?
Es normal que los aeropuertos estén cada vez a más distancia de los centros de las ciudades. Las molestias de los ruidos y cuestiones de seguridad hacen que cada vez haya menos aeropuertos como los de Ciudad de México, Sao Paulo o Lisboa, donde literalmente se sobrevuela la ciudad varios minutos antes de aterrizar. Lo habitual es que, como pasa en Madrid o Barcelona, los aeropuertos estén a unos kilómetros del centro de la ciudad y más o menos junto a alguna población de su extrarradio y la tendencia en los nuevos es llevarlos aún más lejos del centro de la ciudad y comunicarlos con trenes rápidos. Los 50 km de distancia entre aeropuerto de Gardermoen y Oslo, los 42 km de distancia del aeropuerto de Arlanda a Estocolmo o los 47 km de distancia del aeropuerto de Shanghai (sólo 8 minutos en el tren magnético Maglev)-, son algunos ejemplos de ello.
Ahora, gracias a las aerolíneas low-cost, surge una nueva categoría en el horizonte: los aeropuertos secundarios, creados para servir a ciudades más pequeñas o restos de aeródromos militares o privados, que no quedan demasiado lejos de una ciudad turística y a los que se les da su nombre como promoción del destino.
Es mucho más barato volar hacia estos aeropuertos secundarios, pero luego el viajero se encuentra con mucha cistancia desde estos aeropuertos al destino final -aunque muchas veces están bien comunicados con autobuses lanzadera-.
Lo malo es que los aeropuertos secundarios cada vez están más lejos y ya- en algunos casos- no es fácil comprender cómo se les pone el nombre de una ciudad tan lejana. Sin ir más lejos, hubo un amago de denominar Madrid Sur al aeropuerto de Ciudad Real, cuando ambos están separados por más de 220 km.
Distancia de aeropuertos secundarios a las ciudades
Hemos elegido en la web de Ryanair en Español la lista de aeropuertos secundarios que se promocionan con el nombre de ciudades relevantes y hemos buscado la distancia entre el aeropuerto y el centro de la ciudad por carretera con la herramienta de Google Maps. En total, 20 destinos entre los que están ciudades como París, Londres, Estocolmo, Barcelona o Milán, entre otras grandes urbes europeas.
De ellas, Frankfurt se llevó la palma, ya que el aeropuerto de Hahn está situado a 126 km del centro de Frankfurt. El aeropuerto de Torp (que se presenta como Oslo) a 118 km de distancia y el de Memmingen (Munich) a 116 km, le siguieron en la clasificación. En total, seis de los 20 aeropuertos analizados están situados a más de 100 kilómetros de distancia de la ciudad que les da nombre en el portal, ya que a los tres primeros se les unen los dos de Estocolmo (Skavsta y Västeras) y el de Reus, para Barcelona.
Además de estos seis, otros tres aeropuertos están situados a más de 75 km de distancia de la ciudad por la que se promociona y tan sólo tres de ellos están situados a 50 kilómetros o menos (Prestwick, para Glasgow; Treviso, para Venecia y Ciampino, para Roma).
En el caso del aeropuerto de Roma Ciampino, se da la curiosa circunstancia de que el aeropuerto secundario está situado mucho más cerca de la ciudad que el internacional, ya que está a sólo 15 kilómetros del centro, mientras que Fiumicino lo está a 37 kilómetros. En Milán, por su parte, la diferencia de distancias al centro entre el aeropuerto de Bérgamo y el internacional de Malpensa es de sólo 5 kilómetros.
Estos son los resultados globales de distancia entre el aeropuerto y el centro en todos los casos analizados:
CIUDAD | AEROPUERTO | KM | |
1 | Frankfurt | Hahn | 126 |
2 | Oslo | Torp | 118 |
3 | Munich | Memmingen | 116 |
4 | Estocolmo | Skavsta | 106 |
5 | Estocolmo | Västeras | 102 |
6 | Barcelona | Reus | 102 |
7 | Barcelona | Girona | 91 |
8 | París | Beauvais | 89 |
9 | Düsseldorf | Weeze | 84 |
10 | Hamburgo | Lübeck | 79 |
11 | Lyon | St. Etienne | 77 |
12 | Oslo | Rygge | 70 |
13 | Verona | Brescia | 65 |
14 | Londres | Stansted | 61 |
15 | Bruselas | Charleroi | 57 |
16 | Londres | Luton | 55 |
17 | Milán | Bérgamo | 53 |
18 | Glasgow | Prestwick | 50 |
19 | Venecia | Treviso | 45 |
20 | Roma | Ciampino | 15 |
¿Merece la pena ir a un aeropuerto lejos del centro?
Los aeropuertos secundarios han sido parte del fenómeno de los vuelos low-cost desde su comienzo. Ahora bien, muchas veces miramos el precio del billete con más interés que el aeropuerto al que viajamos. Es verdad que suele ser más importante para el viajero, pero descuidar el asunto nos lleva a cometer algún error a la hora de escoger la mejor opcion calidad/precio.
Es importante, siempre que se pueda, saber qué alternativas de transporte hay desde estos aeropuertos a las ciudades que sirven. A través de Internet se puede consultar la información en casi todos estos aeropuertos. Es especialmente aconsejable saberlo para vuelos que salen a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, ya que el ahorro del billete puede irse en cuestión de segundos en un taxi inesperado.
No te olvides de comparar el precio del mismo vuelo al aeropuerto principal de la ciudad. La competencia entre aerolíneas hace que surjan alternativas ligeramente más caras a las low-cost, pero que compensan las molestias. Calcula la distancia, las molestias y el tiempo adicional de viaje y haz algo parecido a ponerle precio. ¿Cuántos minutos u horas de mi estancia en la ciudad pierdo por ahorrarme X euros? ¿Vale realmente la molestia de cargar una maleta algunas decenas de kilómetros más? ¿A qué hora me tendré que levantar para ir al aeropuerto secundario?
Muchas veces merece la pena, pero en otras seguro que os surgirán algunas dudas a la hora de comprar un billete que pensabais que era una ganga. A veces, lo barato sale caro.
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