Quien se lanza a la aventura de crear una nueva página web o blog puede elegir entre diferentes opciones para conseguir ganar algo de dinero con él. Una de las opciones más habituales son los programas de afiliación. Os contamos en qué consisten y qué hay que tener en cuenta al aceptar participar en uno.
Los programas de afiliación son la versión de Internet de la tradicional venta por comisiones. Alguien pone a tu disposición su catálogo de productos o servicios a la venta en Internet y te ofrece una remuneración fija o en porcentaje de la cantidad que se gasten los clientes que tú le has enviado.
Es una opción muy común en pequeñas empresas o servicios que están comenzando en Internet, ya que no supone ningún coste para la empresa y sólo se paga al afiliado si hay ventas. Requiere una pequeña infraestructura tecnológica -muy sencilla y económica-, pero un esfuerzo importante de captación de afiliados.
Para el responsable de una web o un blog, los programas de afiliación son un arma de doble filo. En el aspecto positivo, no obligan a nada y pueden dar buenos resultados si están relacionados con los aspectos que se tratan en la página. En el aspecto negativo, no hay ningún tipo de remuneración garantizada y todo el esfuerzo de la captación de clientes lo haces tú, con lo que puedes estar trabajando muy duro para otros a cambio de nada.
Una web puede afiliarse a un programa de afiliación individual o a redes de afiliación como TradeDoubler o Zanox, que agrupan a varios programas de diferentes sectores.
¿Cómo funciona un programa de afiliación?
Todo empieza cuando alguien que vende a través de Internet -la venta tradicional no se puede medir, por lo que no cabe hablar de afiliación- decide ofrecer un servicio a personas o empresas que publican contenidos en Internet para promocionar o vender sus productos desde sus páginas.
La manera de acceder a estos programas de afiliación es diversa. Puede ser que nos interese el programa de alguna empresa en concreto y que nosotros les solicitemos acceder a él (lo que suele suceder en las empresas más importantes como Booking.com) o que las empresas nos contacten para ofrecernos participar en su programa (muy habitual en empresas nuevas o pequeñas, aunque no exclusivamente).
Tenemos también la opción de apuntarnos a alguna red de afiliación, que agrupa decenas de estos programas. Por lo general, tendremos acceso a un catálogo de programas y podremos pedir inscribirnos en los que nos interese para que el anunciante nos lo apruebe o no.
Una vez que decidimos inscribirnos en un programa de afiliación, lo primero es que el anunciante debe proporcionarnos una serie de enlaces para poder llevar el tráfico hasta su página y de una herramienta de seguimiento para conocer nuestras ventas. Lo normal es que, también, nos proporcione banners y otros materiales de utilidad para promocionar su negocio.
A partir de ahí, lo demás depende de ti. Tú te encargarás de incorporar estos enlaces o banners en tu página de la manera que creas mejor para crear ventas. El rendimiento dependerá de varios factores: lo interesante que sea el producto para tus lectores, las condiciones de venta o la manera de promocionarlo son algunos de ellos.
Si has realizado ventas, una vez que hayas llegado a la cantidad mínima determinada para el pago en el contrato, podrás recibir el pago.
¿Cómo elegir el mejor programa de afiliación para mi web?
- Los programas de afiliación a los que te apuntes deben estar relacionados con los contenidos de tu página web: En realidad no es obligatorio, pero si vendes seguros en una página de videojuegos será muy difícil que obtengas rentabilidad. Realmente puedes inscribirte en los programas de afiliación que quieras, pero si no vende le estás dando espacio y visibilidad gratuitos a alguien que está quitando espacio a quien sí lo haga.
- Mira bien las condiciones que te ofrece cada programa de afiliación antes de inscribirte a ellos y elige el que más te compense: Ojo que eso no significa el que más remunere. A veces se gana más dinero eligiendo un programa de afiliación peor pagado, pero de una empresa que vende más.
- Desconfía, por sistema, de quien te ha contactado por correo electrónico (y cuanto «más cool» te pinte la empresa, peor): Especialmente, de aquellos insistentes. Quien te tiene que buscar de esa manera es que está necesitado de afiliados porque vende poco. No obstante, eso no quiere decir que sea malo. Simplemente, que tienes que examinar con detalle su web, buscar referencias de otros usuarios, ver si la empresa está entre las líderes del sector o si el producto encaja antes de aceptar.
- No te comprometas a nada: La mayoría de los gestores de programas de afiliación saben que no garantizan nada, así que no suelen pedir nada. No obstante, siempre hay alguno que intenta pedirte exclusividad o hacer que te comprometas por algún tiempo. Quien no da nada, no puede pedir nada. No aceptes, salvo que sea un cliente clave.
- Apúntate a las redes de afiliación: Son plataformas fantásticas para comparar propuestas y tienen la ventaja de que combinan los ingresos de todos los programas en un sólo pago, lo que hace que sea más fácil acumular la cantidad mínima. TradeDoubler y Zanox son las mayores del sector.
- Infórmate en Internet: Si quieres tener más información sobre cómo funciona un programa de afiliación aparte de la que te cuenten desde la empresa, busca reseñas en Internet. El foro de Afiliado.com es una excelente fuente de información.
- Antes de hacer el esfuerzo de implementar un programa de afiliados, mira el material que te da el responsable: Si no pone banners a tu disposición, si los enlaces son malos, si no dispone de un panel de control de afiliados o es de muy mala calidad, lo más normal es que el resto de la compañía ofrezca también productos y servicios deficientes. Desconfía.
- Cuando te contacte un gestor de afiliación, fíate de tu intuición: Te tratarán igual que te contactarán. Si alguien no te ha caído bien en el primer contacto, da igual lo que te diga. No te sentirás a gusto trabajando con él.
Algunos consejos para sacar el máximo rendimiento a un programa de afiliación
1.- El líder del sector vende más que los demás
Es lógico. Cuando alguien conoce una marca y tiene confianza en ella compra con más facilidad que de un completo desconocido. El ejemplo más concreto es el de los hoteles de Booking.com, que no hacen esfuerzos por captar afiliados, sino que la gente va a ellos porque realmente venden mucho. Marcas conocidas: Amazon, Skyscanner, Rumbo, Viator, Trivago, Expedia, Airbnb… venderán más que desconocidas o clónicas. Por tanto, si un desconocido quiere que vendas sus productos, recuerda que tendrá que ofrecerte mucho más que el líder (y, aun así, frecuentemente no compensa).
2.- Pregunta siempre por la duración de las cookies
Las cookies se guardan en el ordenador del visitante por un tiempo y permiten recordar que fuiste tú quien le llevó por primera vez a esa página web donde hizo la compra. Es habitual que alguien llegue a esa página por tu web, pero luego vuelva más adelante para cerrar la compra. En ese caso, si no hay cookie, no habrá comisión. Entérate de si se vende por cookie o por sesión y por cuánto tiempo es válido o se te escaparán muchas ventas.
3.- Ignora las presiones de los gestores de afiliación
Una vez que te hayas incorporado al programa de afiliación, la tarea del gestor de tu cuenta es conseguir que vendas lo máximo posible. Los programas con mejores prácticas suelen hacerlo con boletines con consejos sin ninguna presión, pero otros te presionan de modo más o menos sutilmente para que trabajes más y del modo que a ellos les interese. Hay que aprender a distinguir la ayuda de la persuasión y, si alguien se pone pesado, no dudes en mandarle a tomar por…
4.- Ojo con los pagos mínimos
Es la gran trampa de los programas de afiliación, especialmente los que venden productos de poco valor. Se establece un mínimo de 50 ó 100 euros para que te paguen las comisiones, lo que supone que si haces ventas ocasionales tenga que pasar mucho tiempo hasta que cobras. Es habitual que llegues a una cantidad que no te apetezca perder, pero que aún no puedes cobrar, con lo que te obligas a seguir trabajando para alguien que no te da beneficios suficientes hasta que llegues a esa cantidad. En el peor de los casos, puede que hagas algunas ventas, pero ni siquiera sean suficientes para llegar.
5.- Empieza poco a poco y prueba antes de apostar por ese programa
Adaptar un programa de afiliación a un portal de un modo exitoso requiere tiempo y esfuerzo, aunque puede dar muy buenos resultados. Pero no tiene sentido hacer ese esfuerzo si los resultados no van a ser buenos. Ten a prueba el programa por un tiempo y, si merece la pena, continúa el esfuerzo. No antes.
6.- Apuesta sólo por una empresa de cada actividad
Aunque puedes incorporarte a un número ilimitado de programas de afiliación, no es bueno tener a competidores diferentes en un mismo portal para el mismo producto. Apuesta por uno de ellos y céntrate en él.
7.- Trabájatelo
Los programas de afiliación de calidad dan muy buenos resultados, pero requieren ciertas técnicas de venta. Lee los consejos que te envíen las empresas y calcula si es rentable implementarlos. Si es así, haz el esfuerzo y se verá recompensado. Si necesitas consejos, pregunta a la empresa y ellos estarán encantados de ayudarte.
8.- Si algo no funciona, déjalo
No tiene sentido trabajar con un proyecto que no es rentable. El espacio que cedes en tu web es lo suficientemente valioso como para que si un programa de afiliación no funciona lo dediques a otras cosas. Por tanto, no te obceques con un programa. Si algo no funciona- aunque pierdas alguna comisión por las ventas ya efectuadas- déjalo o, al menos, apárcalo y prueba otras cosas.
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