Ikebukuro: Grandes almacenes y salones de juego

Desde Shibuya, también por la línea Yamanote de JR, nos acercamos a otra de las zonas de animación y comercio por excelencia de la ciudad: el barrio de Ikebukuro, abarrotado de grandes almacenes y lugares de ocio. Ikebukuro se articula alrededor de la calle Sunshine Street, que encontramos -como en casi todas las zonas comerciales de la ciudad- abarrotadas de personas.

La Sunshine Street de Ikebukuro no es especialmente grande, pero en el momento en que la visitamos estaba abarrotada de personas de todas las edades y condición. Las tiendas rivalizaban entre sí por llamar la atención de los paseantes y arrebatárselos a las salas de juego, los cines y los grandes almacenes de la zona, mientras que en las calles estrechas que surgen a su alrededor se apiñan los restaurantes y algunos hoteles de los que se puede pagar por horas.

Ikebukuro

Sunshine Street, calle principal de Ikebukuro

Pachinkos y máquinas recreativas

En Ikebukuro tuvimos nuestro primer contacto con una de las grandes impresiones del día: las salas de juego que, en esta zona y en otras de la ciudad, ocupan edificios enteros. En la que visitamos, la planta de la calle estaba llena de máquinas para niños, especialmente aquellas que ofrecen la posibilidad de alcanzar premios con ganchos; mientras que las dos superiores tenía una mezcla de casino y salón de videojuegos. Una de las mayores impresiones de este primer día fue, sin duda, el enorme ruido que producían las máquinas.

Por lo que nos habían dicho, el juego con dinero está prohibido en Japón, pero sí que se permite jugar utilizando algunos tipos de “medallas” y bolas de metal que se canjean posteriormente por premios variados. El sonido de estos objetos metálicos cayendo en y de las máquinas- los slots o tragaperras más habituales y los particularísimos pachinkos locales- llegaba a ser absolutamente ensordecedor por momentos, pero eso no parecía incomodar a las decenas de jugadores que se concentraban en cada piso sin inmutarse de lo que pasaba a su alrededor.

Y, compartiendo la planta con ellos, también algunos aficionados a los videojuegos en máquinas más o menos convencionales o en otras tan insólitas como la de carreras de caballos o la World Club Champion Football que se juega a la vez con una máquina y con cartas físicas y que, como aficionado al fútbol y a los videojuegos, me dejó con la boca abierta.

Grandes almacenes de Ikebukuro

Y, claro está, Japón no sería Japón sin los artículos frikis, extraños o estúpidos de algunos de sus almacenes como Tokyu Hands, uno de los almacenes más populares del barrio de Ikebukuro con ocho plantas llenas de artículos de quizá poca utilidad práctica, pero mucho valor como elemento llamativo. Todos ellos, demasiado caros para lo que realmente sirven, pero fantasticos como recuerdos para familia y amigos.

Nekobukuro Ikebukuro

Dos de los gatos que viven en el Nekobukuro.

Y, para colmo, coronado en su última planta con el Nekobukuro, un espacio donde puedes entrar a cuidar y compartir tu tiempo con 25 gatos diferentes, para los días que tengas ganas de una mascota. Es un lugar que he dejado pendiente en mi agenda y al que pienso volver antes del final del viaje.

Algunos de los almacenes comerciales de Ikebukuro son un poco curiosos. Nos encontramos edificios estrechos de seis o siete plantas que tenían baratijas en sus pisos inferiores y que, en los superiores, ofrecían bolsos y relojes de grandes marcas de lujo. Una extraña combinación de tiendas de “todo a 100” -que, curiosamente, encontramos más fácilmente en Kyoto e Hiroshima que en Tokio- y gran almacén.

zona de fumadores Ikebukuro

Zona de fumadores en Ikebukuro. Sólo ahí se puede fumar en la calle.

Otra curiosidad que nos sorpendió en Ikebukuro fue que en una buena parte del barrio estaba prohibido fumar en la calle. No era una novedad, pues ya lo habíamos visto en ciudades como Kyoto. Eso sí, fue sorprendente encontrarse con un punto de fumadores en plena calle saturado de personas. Era el único lugar al aire libre donde podían fumar en todo el barrio.

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