¿Kyoto u Osaka?

Para nosotros, Kyoto fue la primera parada en un Japón más tranquilo y pausado después de cuatro días sin parar en la vorágime de las multitudes que abarrotan cualquier rincón de Tokio. Kyoto nos pareció una ciudad tranquila, calmada, con un ritmo de vida que funcionaba a una o dos marchas menos que la capital del país, con edificios más pequeños, gente más tranquila, más bicicletas rodando por las aceras y, como en cualquier ciudad turística, su cuota de viajeros extranjeros.

Las estridencias de las grandes ciudades, los rascacielos y los skylines quedan para la vecina Osaka, con la única licencia del espectacular edificio moderno de la estación de ferrocarril de Kyoto, a la que tengo que hacer una mención obligada en el artículo que hace unos meses le dedicamos a las estaciones de tren más bonitas del mundo.

Kyoto y Osaka son ciudades bastante complementarias entre sí. Están situadas a muy pocos kilómetros una de otra -lo que se traduce en 15 minutos de Shinkansen o algo menos de una hora en el tren de cercanías. Teniendo el Japan Rail Pass podemos utilizar indistintamente uno u otro tren, aunque es cierto que para llegar a la estación de Shinkansen de Osaka desde el centro es necesario hacer un recorrido previo en el tren de cercanías.

Kyoto monumental, Osaka viva

Kyoto es de edificios bajos; Osaka, de rascacielos. Kyoto es de interior; Osaka, de costa y puerto. Kyoto es monumental; Osaka, una ciudad de servicios. Kyoto está muy parada por las noches; Osaka bulle de vida. Quien tenga que vivir en la zona, probablemente tendrá que hacer una decisión muy marcada sobre con cuál de las dos quedarse; pero para el turista ocasional serán perfectamente complementarias.

Kyoto Osaka

Vista general de Kyoto desde el templo Ginkaku-ji

Esto no quiere decir que Kyoto sea una ciudad pequeña y manejable para el turista. Más bien al contrario, las distancias son grandes y la mayor parte de los templos y lugares interesantes se encuentran en los alrededores de la ciudad, muy dispersos unos de otros lo que nos fuerza a tener que depender del transporte público. En Kyoto, además, no hay metro. Apenas autobuses -y el tráfico en el centro no es demasiado fluido- y trenes de cercanías.

Kyoto es para esos turistas que salen del hotel a primera hora de la mañana y sólo vuelven bien entrada la tarde. Los más vagos, se hartarán de tener que esperar y atravesar la ciudad en autobús para visitar templos que, en algunos casos, estarán vistos antes de un cuarto de hora.

Osaka

Vista panorámica de Osaka desde lo alto del Floating Garden.

En Osaka, en cambio, disfrutarán los amantes de lo urbano y de la vida nocturna. Los que quieran ver luces de neón y calles de los barrios populares abarrotadas de jóvenes las noches de los fines de semana o un skyline de rascacielos desde lo alto del mirador del Floating Garden. El transporte público es bueno y, aunque la ciudad sea enorme, podremos movernos con mucha facilidad.

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