En octubre del año pasado, recogimos en este artículo del blog los problemas que los viajeros de Galicia estaban teniendo para llegar hasta Oporto, debido a la implantación de un complicado sistema de pago de peajes electrónicos en autopistas de Portugal que anteriormente eran gratuitas. Ha pasado algo menos de un año y, afortunadamente, lo que un diario español llegó a calificar como «el peaje más caro y caótico del Mundo» ha simplificado enormemente su funcionamiento.
Aquellos nuevos peajes electrónicos en autopistas de Portugal se implantaron en una serie de rutas conocidas en portugués como SCUT (equivalentes a lo que se llama en España «peaje en la sombra»). Esto suponía que las empresas concesionarias de las autopistas portuguesas calculaban el número de vehículos que circulaban por ella pero, en lugar de ser el conductor el que abonara el coste, el Estado pagaba por él. La crisis económica provocó que el Estado dejara de pagar por estas carreteras y tuviera que ser el usuario el que pagara un nuevo peaje electrónico en las autopistas portuguesas.
Sin embargo, estas autopistas de peaje electrónico no habían sido concebidas como tal, por lo que no estaban preparadas para instalar las cabinas o métodos de cobro habituales. Se optó, por tanto, por instalar un dispositivo de pago electrónico en las autopistas portuguesas afectadas que interactuara con otros instalados en los propios coches.
Los ciudadanos portugueses no tenían muchos problemas con el pago de los peajes electrónicos, ya que incluso podían hacerlo a posteriori en las oficinas de correos. El problema llegaba con los coches extranjeros, que se veían obligados a comprar o alquilar un dispositivo con un coste que resultaba muy elevado cuando sólo se querían hacer trayectos muy cortos por las autopistas de Portugal.
Esto era, sobre todo, especialmente doloroso para los habitantes de las zonas fronterizas y de ciudades cercanas a Portugal -con Vigo como máximo exponente-, que veían como trayectos cortos en autopistas portuguesas para ir de compras o para desplazarse al aeropuerto de Oporto se encarecían notablemente (el artículo anteriormente citado por El Mundo calculaba que los gastos asociados a los dispositivos, las recargas obligatorias y demás, podían suponer hasta 77 euros de gasto para un trayecto de 76 kilometros).
Afortunadamente, el caos de los primeros días se ha superado y se han establecido formas de pago en las autopistas de Portugal con peajes electrónicos (que no son todas las de la red de autopistas portuguesas, por cierto) mucho más sencillas, económicas y racionales. Gracias a la colaboración de la Oficina de Turismo, hemos hecho una recopilación de cómo es la situación actual de este tipo de peajes electrónicos en Portugal para quienes nos desplazamos desde España.
Autopistas de Portugal con peaje electrónico
Es necesario destacar, antes que nada, que este tipo de peajes electrónicos se aplicarán sólo a una serie de autopistas portuguesas muy concretas. En el resto de autopistas de peaje en Portugal, el pago sigue siendo el tradicional (en la cabina, en efectivo o con tarjeta de crédito). Es posible que la mayor parte de viajeros que se desplacen en coche a Portugal no se vean en la situación de utilizarlas y no necesiten hacerse con el dispositivo. Así que es conveniente que pensemos en qué rutas vamos a realizar y por qué autopistas portuguesas vamos a circular para saber si necesitaremos el dispositivo de pago o no.
A día de hoy, las autopistas de Portugal con peaje electrónico están localizadas -sobre todo- en las zonas del Norte y Centro de Portugal, así como en el área metropolitana de Oporto. No hay peajes electrónicos en el área de Lisboa.
La lista de las autopistas donde ya está implantado el peaje electrónico son las siguientes:
En el Norte del país, la autopista de peaje A-28 (entre Oporto y Vilar de Mouros/Caminha).
En el área metropolitana de Oporto, las autopistas A-4 (Oporto-Amarante, entre Matosinhos y Aguas Santas); A-41 (Circular Regional Exterior de Oporto) y A-42 (Alfena-Lousada).
En la zona Centro, las autopistas A-17 (entre Mira y Aveiro); A-25 (entre Esgueira y Angeja -zona de Aveiro-) y A-29 (Estarreja-Vila Nova de Gaia).
A éstas se le deberían unir dentro de unos meses algunos tramos más de la autopista A-25 (que comienza en la frontera de Vilar Formoso), la autopista A-23 (que recorre la Beira Interior desde Guarda hasta conectar con la A-1 al norte de Santarém) y la autopista A-22 (Autopista del Algarve). En estos casos, las instalaciones ya están colocadas, pero no se puede concretar aún oficialmente la fecha en la que entrarán en funcionamiento.
Si os vais a desplazar por algunas de estas autopistas de Portugal en los próximos meses y queréis saber cómo pagar los peajes electrónicos, os lo contamos en este artículo.
