El Aeropuerto de Atlanta -uno de los más transitados del Mundo- es la puerta de entrada en los Estados Unidos para miles de personas cada año y, en muchas ocasiones, es también la primera parada de una ruta por el país, por lo que atrae a más viajeros de los que quizá merece lo poco que hay que ver en Atlanta. Aun así, en la ciudad hay suficientes cosas que ver como para que forme parte de nuestro viaje.
La verdad es que las ciudades olímpicas, en general, tienen un carácter especial. En todas las que he visitado me he encontrado un ambiente abierto y cosmopolita, una intensa vida urbana y bastantes atractivos turísticos, que se completan con las propias instalaciones olímpicas, en muchas ocasiones monumentos en sí mismos. La única excepción que he vivido, hasta la fecha, ha sido Atlanta, que es turísticamente decepcionante comparada con Barcelona, Atenas o Pekín, o incluso Montreal, donde el paso de los Juegos Olímpicos dejó más problemas que beneficios.
Aparte del aeropuerto, en Atlanta me encontré con la estructura típica de muchas ciudades de los Estados Unidos: un centro de la ciudad con grandes edificios dedicados a los negocios y a las finanzas, pero pequeño, bastante vacío fuera de las horas centrales del día y poco recomendable de visitar por la noche dado que puede resultar inseguro. Alrededor de éste, la ciudad de Atlanta se extiende en barrios periféricos residenciales de mayor o menor nivel. Esto supone que las calles del centro de la ciudad se recorren en pocos minutos y que, en la periferia, o no hay mucho que ver o, si hay algún punto concreto de interés, los visitantes se desplazan al él directamente, sin dar ningún rodeo por la zona.
El Centro de Atlanta
El centro de la ciudad, de todos modos, concentra cuatro lugares interesantes que ver en Atlanta en muy poco espacio: la sede de la CNN, el World of Coca Cola, el Georgia Aquarium y el Parque del Centenario Olímpico. Todos ellos, lugares modernos, situados todos ellos en unos 800 metros a la redonda. No es que todos ellos puedan visitarse en un día, sino que se puede hacer en una mañana y aún sobraría tiempo.
Se puede empezar la visita por el Parque del Centenario Olímpico, un jardín que conmemora la celebración de los Juegos Olímpicos de 1996 en la ciudad de Atlanta -unos juegos, por cierto, que pasaron a la historia por ser unos de los peor organizados- y que, si bien es un espacio verde que se agradece entre los edificios altos del centro, no destaca por nada en especial que no sean las placas y las inscripciones relacionadas con el movimiento olímpico.
World of Coca Cola
Cruzando la calle, nos encontramos con el World of Coca Cola, posiblemente, el lugar más atractivo que ver en Atlanta para los visitantes. Atlanta es el origen de la Coca Cola y allí está situada la sede de la compañía, por lo que es un lugar ideal para crear un espacio dedicado íntegramente a esta bebida y otras marcas del grupo. Realmente, el World of Coca Cola es algo parecido a una combinación de museo y parque temático.
Una buena parte del recinto está dedicado a la historia de la compañía. Allí podremos ver todo tipo de merchandising, publicidad y objetos relacionados con esta bebida: desde las típicas placas metálicas de publicidad para los bares hasta carteles, pasando por máquinas expendedoras antiquísimas. Además, se hace un repaso en imágenes y textos a la historia de la famosa bebida.
Posteriormente, se pasa a zonas más interactivas donde el visitante podrá disfrutar de algunas actividades más dinámicas. Hay una sala de proyección muy divertida, ya que intenta estimular todos los sentidos. La sala está preparada para sorprender al espectador y en ella se proyecta un vídeo en tres dimensiones de unos diez minutos de duración, para el que hay que llevar las gafas correspondientes. Cuando te sientas y empieza la película te sorprende que las butacas se mueven siguiendo el ritmo de la proyección y la atmósfera se complementa con olores y sensaciones de frío y calor relacionadas con lo que se está viendo en la pantalla. Hay, incluso, un momento en el que desde el techo se salpica con algo de agua pulverizada.
Desde allí se pasa a una zona donde se muestra el proceso de embotellado y de la que salen botellas conmemorativas que el visitante puede llevarse como recuerdo.
Finalmente, para los amantes de los refrescos y los sabores, hay una sala enorme con varias decenas de grifos dispensadores en los que se pueden probar más de 60 refrescos diferentes pertenecientes a la compañía Coca Cola procedentes de todos los lugares del Mundo. Es una fantástica oportunidad para conocer qué tipo de sabores y productos gustan en otros países y para saborear las diferencias entre un mismo refresco elaborado en diferentes zonas del Mundo.
El Acuario y la visita a la CNN
Justo frente al edificio de World of Coca Cola se encuentra el Georgia Aquarium, que presume de ser el mayor acuario del mundo. Fue inaugurado en el año 2005 y alberga a más de 120.000 ejemplares de 500 especies diferentes, entre ellos varios ejemplares de tiburón ballena, mantas o peces martillo gigantes. El edificio se completa con salas de exposiciones y de proyecciones e, incluso, con algún estanque donde se puede juguetear con algunos peces. Una visita ideal para los niños entre las cosas que ver en Atlanta.
En el otro extremo del Parque Olímpico está el edificio de la CNN, al que se accede con visitas guiadas de unos 40 minutos de duración. Es especialmente fascinante para quienes estén relacionados con el mundo de la información, la tecnología o tenga inquietudes sociales. La visita guiada está muy bien preparada y permite ver zonas de la enorme redacción, aunque sin entrar en ella, y contemplar también los estudios donde se realizan las emisiones mientras se está transmitiendo en directo. Es una buena manera de conocer mejor el mundo de la televisión.
En las afueras de Atlanta
Después de haber recorrido los mejores lugares del centro que ver en Atlanta durante la mañana, se puede dedicar la tarde a visitar alguno de los lugares de interés situados a las afueras de la ciudad. Hay que tener en cuenta que algunos de ellos quizá no tengan un buen acceso a través de transporte público, pero aún así se puede llegar a ellos.
Se puede intentar tener una impresión de la Atlanta histórica más conocida, la que presenta la novela y la película de Lo que el viento se llevó, en el Centro de Historia de Atlanta, situado en el distrito de Buckhead, al norte de la ciudad y a aproximadamente dos kilómetros de la parada de metro más cercana. Allí podemos encontrar casas y jardines del siglo XIX, así como diversos museos y una colección importante de artículos relacionados con la guerra civil.
Por su parte, mucho más cerca del centro de Atlanta, nos encontramos con la casa natal de Martin Luther King Jr., monumento nacional, que comprende una importante exposición histórica sobre su figura.
Finalmente, al sur de la ciudad, nos encontramos con el antiguo Estadio Olímpico, que ha sido reconvertido en el estadio de béisbol de los Atlanta Braves, lo que le resta gran parte del encanto que tenía anteriormente. A diferencia de otras ciudades olímpicas, no hay un lugar concreto en la ciudad que concentre grandes instalaciones deportivas, sino que éstas están más bien dispersas.
Y, por supuesto, el aeropuerto de Atlanta, situado en el extremo sur de la ciudad. Enorme y con cientos de vuelos diarios tanto a Estados Unidos como al resto del Mundo. Es el hub de Delta, pero también operan en él otras compañías. Es un buen lugar para encontrar vuelos baratos y directos a cualquier zona de Estados Unidos. Está excelentemente conectado con el centro de la ciudad gracias al MARTA, que es el nombre que recibe el metro de Atlanta.
Urbanísticamente, Atlanta es un destino bastante decepcionante. Un día de estancia en la ciudad es más que suficiente para ver todos los lugares de interés. Sin embargo, como puerta de entrada a Estados Unidos es interesante: vuelos baratos a la mayor parte del país y muy buenas conexiones.
Atlanta también es un destino agradable para ir con niños, ya que disfrutarán de las actividades del World of Coca Cola y, sobre todo, del Georgia Aquarium. Es más, si tenemos en cuenta que en una jornada de coche o unos pocos minutos de vuelo podemos llegar a Orlando y Disneyworld, resulta una opción atractiva para las familias.
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