Llega el fin de año y, con él, la hora de hacer balance en algunos aspectos. Como este año no voy a correr la San Silvestre Vallecana -este año quería correr sin agobios- y me he quedado sin dorsal para la San Silvestre de Getafe, podemos darlo ya por finiquitado y hacer balance de las carreras populares en las que he participado en este año 2013.
Realmente, el 2013 ha seguido siendo un año de aprendizaje en el mundo running, en el que he asentado las rutinas de entrenamientos y he podido competir con algo más de frecuencia. He probado distancias nuevas, como la media maratón y -catorce años después de la anterior- pude batir mi mejor marca en los 10 km en la Carrera de La Melonera, el pasado mes de septiembre.
El momento cumbre del año fue, sin duda, finalizar la Madrid-Segovia el pasado mes de septiembre, en la tercera intentona sobre la distancia de 100 kilómetros. En la parte mala, las molestias en la rodilla que frenaron la progresión a principios de año y la decepción de la retirada en los 100 kilómetros de Colmenar Viejo de mayo.
Las carreras del 2013
Corre por una causa: 10 km. Enero – Madrid
La primera carrera del año fue el reencuentro con la competición después de haber superado los dolores de ciática de la San Silvestre, por lo que no llegaba en las mejores condiciones físicas. No obstante, es una carrera benéfica y con un carácter muy festivo, por lo que realmente no tendría que ser de las más importantes del año.
Resultó ser una carrera muy agradable, muy popular, con corredores de todo tipo y en la que no tenías problemas para encontrar corredores con todo tipo de ritmo a los que acoplarte. El circuito, por la Casa de Campo y al que se daba dos vueltas, tenía sus pequeñas cuestas, pero siempre resulta agradable correr rodeado de árboles. Es más, se ha convertido en uno de mis circuitos de entrenamiento favoritos en Madrid.
La organización fue muy buena. Los voluntarios- de todas las edades- muy agradables y educados, el ropero bien organizado y no faltó comida y bebida al final de la carrera. Sólo dos puntos negativos: el frío que hace en Madrid en esos días de enero en una carrera tan temprana y el hecho de que pensaba que estaba corriendo 10 kilómetros exactos y, cuando ya me felicitaba por el buen tiempo, encontrarme con el locutor anunciando que habían sido sólo 9,400 km.
Media maratón de Latina: 21,097 km. Febrero – Madrid
Enero y febrero fueron meses con sesiones de entrenamiento constantes y bastante decentes, por lo que me decidí a afrontar alguna de las medias maratones de los meses de febrero y marzo en Madrid o alrededores. Al no ir demasiado holgado de tiempo, no llegué a la de Fuencarral y la de Segovia me echaba un poco para atrás para el debut por las cuestas. Entre medias estaba la de La Latina, una carrera reciente pero con ya bastante fama que tenía fama de ser popular, sencilla, económica y con un recorrido agradable.
Llegaba con las rodillas bastante justas -posiblemente por algo de sobreentrenamiento y el desgaste de los zapatos de aquel momento-, pero aún con garantías de llegar. Fue una fantástica introducción a la media maratón. Un día bastante frío, pero soleado, ideal para un recorrido que alternaba tramos urbanos con otros por la Casa de Campo. La carrera está excepcionalmente organizada y los voluntarios -tanto en la ruta como en la meta-, estaban totalmente entregados (sobre todo uno que aún recuerdo que se dejaba los pulmones animándonos al final de una cuesta).
El recorrido es muy agradable, pero tiene cierta dureza al final. Las primeras calles son amplias, por lo que se puede correr bien en pelotón, y -aproximadamente- hasta el kilómetro 11 es un descenso continuado. Se sale del Polideportivo de Aluche y se va hacia el norte hasta entrar en la Casa de Campo por la zona de Batán, para hacer allí un recorrido por el parque. A partir del kilómetro 12, no obstante, se vuelve a subir lo bajado y zonas como la cuesta del Zoo se pueden hacer muy largas para quienes lleguen más justos de fuerzas.
100 kilómetros Corricolari de Colmenar Viejo: 100 km en 24 horas. Junio – Madrid
Me apunté como parte del entrenamiento previsto para la Madrid-Segovia y sin presión por acabarla, pero el paso de los kilómetros me hizo intentar seguir hasta el final -sin conseguirlo por una inoportuna tiritona en el último punto de descanso a 14 kilómetros de la meta-.
Fue una carrera con sensaciones encontradas. Tiene elementos buenos y otros muy mejorables. La época del año -principios del mes de junio- puede llegar a ser durísima si el calor aprieta mucho. En esta ocasión, el día estuvo bastante nublado, con lo que la hizo mucho más llevadera. Los 35 primeros kilómetros- un bucle entre Colmenar y Manzanares el Real- son bastante agradables por el paisaje, pero a partir de ahí el entorno se vuelve feo y seco. Los kilómetros en los que se callejea por Tres Cantos o por las urbanizaciones de San Sebastián de los Reyes también se hacen muy incómodos. Finalmente, tampoco tiene mucha explicación que se salga a mediodía, cuando más fuerte pega el calor y no puedes aprovechar las horas en las que aún vas fresco para trotar.
La organización tuvo sus altibajos. La salida fue bastante seria y la orientación y el balizamiento fueron muy eficaces. Hubo detalles muy buenos, como los fisios del polideportivo de San Sebastián de los Reyes o el transporte en Cercanías gratuito. Sin embargo, otros detalles no lo fueron tanto. Los voluntarios le ponían muchas ganas, pero se notaba también que en los avituallamientos de mitad del camino había personas contratadas que no tenían nada de interés por estar allí. También la comida de los avituallamientos fue algo escasa.
Trofeo San Lorenzo: 10 km. Julio – Madrid
Como ya comentamos en este artículo, es una carrera de las más interesantes que se pueden hacer en Madrid desde el punto de vista turístico, recorriendo algunos de los principales lugares de interés del centro de la ciudad, entre los que están el Palacio Real, la Puerta del Sol, el Madrid de los Austrias o el Paseo del Prado. Una carrera popular, de muchísima tradición, organizada por la Asociación de Vecinos del barrio y con un ambiente muy agradable, en general.
Es una carrera bonita, aunque no la más fácil para los principiantes. Por una parte, el hecho de que se corra a finales de julio hace que -si el calor aprieta demasiado- moleste demasiado en la última parte. Y, por otra, porque es una carrera con bastantes cuestas y algunas de ellas, como la Cuesta de San Vicente, bastante famosas en Madrid por su pendiente.
Buen recorrido, un final muy agradable en la calle Argumosa, una bolsa del corredor con medallita incluida y un agradable día de verano en Madrid. No es la mejor carrera para hacer marca, pero es una estupenda manera de dar un paseo corriendo por lo mejor de la capital.
Carrera popular de La Melonera: 10 km. Septiembre – Madrid
Otra de las clásicas del panorama madrileño. Para muchos, el reencuentro con las carreras populares después del parón del verano y la primera parte del plan que les llevará a San Silvestre, Media Maratón y Maratón de Madrid en la primavera siguiente. Una carrera interesante para reencontrarse con el running después del verano -aunque a mí me pilló en la última parte de la preparación de la Madrid-Segovia-.
El recorrido -nuevo en esta edición- es de los más llanos que te puedas encontrar en Madrid, con un tramo final que recorre el parque de Madrid Río, por lo que es una buena oportunidad para intentar hacer una buena marca. Hay buen ambiente de corredores y la organización es bastante eficaz, por lo que suele ser una buena experiencia. Sólo si hace mucho calor puedes sentirte un poco agobiado, pero es bastante llevadera. Este año el nuevo circuito falló en que algunos tramos de Madrid Río no estaban bien delimitados, por lo que acababas compartiendo el recorrido con los paseantes habituales.
Destacó también el buen avituallamiento de toda la carrera, con una bolsa con numerosos geles en la recogida de dorsal y numerosas bebidas, geles y melón al final de la carrera.
100 kilómetros por el Camino de Santiago. Madrid-Segovia 2013: 100 km en 24 horas. Septiembre – Madrid.
Fue el gran reto del año y el objetivo se cumplió plenamente. Podéis encontrar más detalles sobre el transcurso de la carrera en sí en este artículo anterior, pero el balance volvió a ser muy positivo. Una carrera difícil, pero extraordinariamente organizada por un equipo que en pocos años ha conseguido hacer de ella una referencia en el calendario del ultrafondo nacional.
Salida y meta en lugares emblemáticos -Plaza de Castilla y Acueducto-, un recorrido exigente pero asequible y equilibrado, unos voluntarios entregadísimos -como en anteriores ediciones- y un buen ambiente de carrera hacen que sea una experiencia tan dura como inolvidable.
Los avituallamientos son abundantes en varios puntos del camino, aunque si el calor aprieta -que lo suele hacer- podemos sentirnos cortos de agua en algún momento de la carrera. Además, en la llegada disponen de transporte gratuito de vuelta a Madrid.
Carrera de los Emprendedores. 5 km. Noviembre – Madrid
Para acabar la temporada quise probar una carrera rápida en una distancia que nunca había corrido expresamente. Elegí la Carrera de los Emprendedores porque se trataba de un recorrido céntrico, con salida en el Parque del Retiro. Es una carrera muy popular, buena para todo tipo de corredores, pero con muchos corredores principantes o sin grandes marcas, por lo que cualquiera se sentirá cómodo en ella.
La salida de los 5 y 10 kilómetros se da a la vez, con lo que la aglomeración si vas a hacer una marca rápida en los 5 km te puede resultar un poco incómoda. Los 5 kilómetros son, básicamente, dar una vuelta al perímetro del Retiro, acabando dentro del parque. Los primeros kilómetros de la carrera son cuesta abajo, pero todo se paga al final, con la dura subida al Ángel Caído. Por tanto, quizá no es la mejor para hacer una buena marca.
Carrera sencilla, con un ropero eficaz, en un entorno céntrico y agradable y barata, aunque con una bolsa del corredor muy escasa.
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