Ryanair en Barcelona

Los viajeros de Barcelona están de enhorabuena. Ryanair ha comenzado hoy a operar desde su nueva base del aeropuerto de El Prat de Barcelona con 20 rutas a diversas ciudades españolas y europeas. Volar con Ryanair no es una novedad para los viajeros catalanes, que ya podian volar desde los aeropuertos de Girona, Reus y Lleida, pero para los residentes en Barcelona supone hacer muchos menos kilómetros y una nueva competencia con Vueling -que también tiene su base en El Prat-, que debería ayudar a reducir los precios.

La de Barcelona es la base europea número 42 de la compañía aérea de origen irlandés y moverá en El Prat , según su nota de prensa, 270 vuelos semanales -entre salidas y llegadas- y 2 millones de pasajeros en las veinte rutas que opera. Por el momento, Ryanair empieza en Barcelona con los siguientes destinos:

Destino
Vuelos semanales
Destino
Vuelos semanales
Bruselas (Charleroi)
7
Oslo (Rygge)
3
Cagliari
3
Palma de Mallorca
14
Dublín
7
París (Beauvais)
7
Dusseldorf (Weeze)
4
Roma (Ciampino)
7
Edimburgo
3
Santander
7
Gran Canaria
2
Santiago
11
Ibiza
7
Seville
14
Lanzarote
3
Tenerife
2
Malaga
14
Valencia
7
Milan (Bérgamo)
7
Venecia (Treviso)
6

Ryanair por encima de Iberia en España

Aprovechando la circunstancia, hoy es el día de Ryanair en la prensa económica. Expansión le dedica la portada insistiendo en que ha superado a Iberia en pasajeros transportados en vuelos nacionales. Al parecer, el precio de los billetes está siendo decisivo en la batalla por este mercado e Iberia tampoco está compitiendo con excesivo afán en los vuelos españoles, cediendo algunas de sus rutas en España y Europa a su filial Air Nostrum o a Vueling, y centrándose en las rutas transoceánicas, que son las que le dan mayores beneficios.

El presidente de Ryanair en la presentación de la base -  Elpais.com

La entrada de Ryanair en el aeropuerto de Barcelona supone también más competencia para las dos aerolíneas que tienen allí su base: Spanair y, sobre todo, Vueling. Spanair parece un poco más tranquila, ya que -al pertenecer a la Star Alliance- se dirige a otro segmento y tiene muy bien cubiertos determinados destinos en Europa y fuera de ella con el código compartido con aerolíneas internacionales como Lufthansa o Swiss.

Sin embargo, en el caso de Vueling, la entrada de su gran competidor en su base principal supone una dura prueba, ya que será competencia directa para 12 de sus rutas ya establecidas.

Low-cost y low-quality

Cada vez me encuentro más personas que se quejan de que volar no es ya tan barato como podía serlo hace unos años y subrayan su frustración de encontrar un billete a un precio y tener que acabar pagando el doble o el triple- no ya en tasas de aeropuerto, como podía ser normal antes-, sino en cargos administrativos.

Al comprar un billete con Ryanair, por lo general, se pagan cinco euros por el derecho a facturar online (y que a nadie se le olvide imprimir el billete, ya que la facturación manual supone 40 euros por trayecto) y otros cinco por pagar con las tarjetas de crédito más habituales – sólo la Visa Electron de Ryanair y la MasterCard Prepago están exentas de ese cargo-. Esto supone aumentar 10 euros más el precio del billete ofertado, a lo que luego hay que sumar tasas de aeropuerto, coste por maletas y el coste extra del taxi al aeropuerto para los vuelos que salen a horas en las que no hay conexión de transporte público.

Todo ello, para acabar haciendo una cola eterna en la puerta de embarque -porque la prioridad para elegir asiento también se paga-, temblar cuando el equipaje de mano se acerca a los límites para que no te echen atrás y te obliguen a pagar una cara facturación y ver tu vuelo convertido poco menos que en un zoco de mercadillo donde desde el primero al último minuto se están haciendo ventas. Eso por no hablar de cuando surgen problemas inesperados y se escudan en que son low-cost para vulnerar determinados derechos del viajero.

Hay que reconocer que muchas veces estas molestias compensan el ahorro, sobre todo cuando no necesitas más que aparecer en otra ciudad después de dos horas de viaje. Pero no hay que olvidar que las aerolíneas low-cost son también, en muchos casos, low-quality, por lo que no conviene quejarse.

Las estamos pagando entre todos

Y aquí llega el tema más sangrante de todos: cómo éstas aerolíneas están siendo subvencionadas directa o indirectamente con dinero público para dar un servicio a ciertos aeropuertos o ciudades. No es extraño ver pequeños aeropuertos desde los que hay rutas comercialmente deficitarias, pero que sobreviven gracias al apoyo de las subvenciones de organismos locales y regionales para llegar a esos aeropuertos secundarios a los que casi nadie volaría si no fuera por ellas. Lo que no reparamos es que, en muchas ocasiones, ese ahorro de costes que se nos dice que se consigue en los aeropuertos secundarios, no es tal, sino que el beneficio llega de una subvención más o menos encubierta -no tiene por qué ser dinero: basta con poner algún tipo de publicidad en la revista de la compañía a coste desorbitado, alguna compensación por el uso del aeropuerto o elaborar alguna acción de marketing conjunta- .

El propio presidente de Ryanair, Michael O’Leary, ya ha dejado caer que- con la apertura de la base de Barcelona- Ryanair cerrará rutas en Girona y Reus si no se les garantizan menores tarifas en estos aeropuertos. Es decir, que el dinero público siga subvencionando sus beneficios.

“Estamos en conversaciones con la Generalitat y Aena, y les hemos expresado que tienen que abaratar los aeropuertos si quieren que Ryanair desarrolle su negocio en Girona y Reus”, afirma O’Leary hoy en Expansión.

Es decir, los costes tan bajos de aerolíneas como Vueling o Ryanair, en ocasiones, los pagamos entre todos: los que volamos y los que no. Según El País, sólo en Cataluña, Ryanair recibe 8,5 millones de euros de subvención anuales.

3 Responses to “Ryanair en Barcelona”

  1. Cada vez es más difícil pero se pueden conseguir billetes baratos (5€trayecto) casi siempre para volar entre semana. En los billetes promocionales de Ryanair no se pagan los 5 euros de facturacion online, ni tasas. Eso si hay que tener una mastercard prepago (de banesto 15€ al año) para ahorrarse los 10€ que cobran por pagar con visa. Si no facturamos y no contratamos seguros ni nada más pues conseguimos un billete muy barato.