El primer fin de semana del mes de octubre, varios blogueros se desplazaron a la localidad de Tarazona (Aragón, España) para participar en un blogtrip. Aunque ya nos habían hablado muy bien de los atractivos de esta localidad, las historias y fotografías que nuestros colegas iban publicando nos han llamado tanto la atención que hemos querido conocerla más de cerca.
Para ello- aparte de animaros a que visitéis los blogs de los participantes en el viaje (los conocidos y buenos amigos de este blog: Guías Viajar, Fotonazos, Kebrantin y De Turisteo) donde están publicando en estos días descripciones muy detalladas y fotografías de todo lo que vieron e hicieron- hemos hablado también con Lola Zueco, técnico de gestión de patrimonio de la Fundación Tarazona Monumental, quien ha participado en la organización de este viaje y puede presentarnos mejor que nadie los atractivos de este pequeño destino turístico que tan agradablemente ha sorprendido a los blogueros participantes.
Una pequeña localidad aragonesa -situada ya casi en la frontera con Navarra, la Rioja y Castilla y León (23 kilómetros al sur de Tudela, 65 al este de Soria y unos 80 al oeste de Zaragoza)- que tras las fantásticas referencias de los blogueros viajeros en Twitter y lo que Lola nos cuenta en esta entrevista, ha entrado por la puerta grande en nuestra lista de destinos pendientes de visitar.
En España en general, y en Aragón más en particular, contamos con muchos destinos pequeños que merece la pena visitar ¿Con que atractivo especial o particularidad única de Tarazona convenceríais a los viajeros para elegir vuestra localidad por encima del resto?
Aparte de su buena localización geográfica, fronteriza con Castilla y León, Navarra y La Rioja, y su cercanía a otros destinos interesantes y complementarios a la hora de planificar una ruta, lo que destaca de esta ciudad de apenas 11.000 habitantes es su importancia y relevancia a lo largo de la Historia. Sus orígenes se remontan al siglo IV a.C. con la fundación de Turiazu por los celtíberos. Luego pasó a ser romanizada en el siglo I a.C. como Turiaso y adquirió el título de sede episcopal, probablemente en el siglo V. Todas estas influencias nos han dejado un importante patrimonio material e inmaterial que hace que en la ciudad se respire todavía la influencia de las culturas cristiana, musulmana y judía, de las luchas fronterizas entre reinos, de la celebración de Cortes y matrimonios reales, de la influencia de los ocho conventos que llego a haber en la ciudad y de las importantes manifestaciones del arte gótico, mudéjar, renacentista y barroco.
Todo ello hace que Tarazona sea atractiva y especial en sí misma. Sería difícil decantarnos por una sola característica, aunque, de tener que hacerlo, apostaría por la Catedral. Tanto por su impresionante arquitectura como por los hallazgos artísticos y arqueológicos que hemos encontrado durante una compleja restauración que se ha dilatado a lo largo de 30 años y que, entre otras, cosas le ha otorgado el sobrenombre de «Capilla Sixtina del Renacimiento español«.
Háblanos de Tarazona. ¿Qué monumentos, paisajes o detalles nos van a sorprender cuando la conozcamos?
Su orografía nos va a sorprender nada más llegar, con el Moncayo siempre a la vista. Es el monte más alto del Sistema Ibérico con 2.315 metros. También está atravesada por el río Queiles, del que se dice que sus aguas curaron al emperador Augusto en su estancia en la ciudad en el siglo I.
La ciudad tiene dos partes muy diferenciadas. Una de estas partes se corresponde con el casco antiguo, situado en una elevación rocosa con restos de una muralla defensiva. Se caracteriza por sus callejuelas estrechas y tortuosas y por estar salpicada por monumentos, iglesias y conventos en cada una de las esquinas. Pero lo que más destaca de esta parte de la ciudad es, sin duda, la silueta de la torre mudéjar de la iglesia de Santa María Magdalena y del imponente Palacio Episcopal -lo que era la antigua zuda musulmana- que recorta el horizonte. Otros monumentos que no encontraremos en ningún otro sitio son la original fachada renacentista del Ayuntamiento, con un friso que honra a Carlos V y con personajes mitológicos, la Plaza de Toros Vieja -octogonal y con casas en su interior- y, como ya hemos comentado, la Catedral, dedicada a Sta. María de la Huerta y con importantes tesoros recién descubiertos y otros pendientes de sacar a la luz, como son sus impresionantes restos arqueológicos.
Habéis organizado este blogtrip a comienzos del otoño ¿Hay alguna época en especial en la que nos recomiendes visitar Tarazona?
El otoño es una buena época para visitar el Parque Natural del Moncayo, que es una visita obligada para todo el que se acerque a Tarazona, ya que sus hayedos y robledales adquieren colores ocres y rojizos muy sugerentes. También se ha hecho coincidir con un fin de semana especial en Tarazona, las fiestas de nuestro patrón San Atilano, en las que hemos tenido espectáculos, conciertos y una agenda cultural muy variada.
Pero si queremos complementar nuestra estancia con actividades folclóricas, tradiciones y diversión, apostamos por dos épocas del año concretas; la Semana Santa, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional, y las fiestas de agosto, que dan comienzo el 27 de agosto con el tradicional Cipotegato, Fiesta de Interés Turístico Nacional.
Me han hablado maravillas de la catedral de Santa María de la Huerta, que vuelve a mostrarse en todo su esplendor tras 30 años de restauración. ¿Qué hace de ella un monumento tan especial?
Es una Catedral diferente, luminosa y colorida, que cuenta con elementos que le dan un carácter único. Por ejemplo, los ventanales de alabastro policromado, el revestimiento de sus muros, las interminables celosías mudéjares del claustro, los conjuntos iconográficos góticos y renacentistas o el archivo que atesora desde documentos hebreos hasta la más importante colección de obras musicales de tiempo de los Reyes Católicos.
A ello tenemos que sumarle la complejidad de su restauración, que ha logrado salvar el edificio de su ruina más absoluta. El riesgo de hundimiento era evidente, pero se han sabido complementar las actuaciones de ingeniería y arquitectura con estudios arqueológicos, histórico-artísticos y, sobre todo, con una investigación y restauración minuciosa de todos sus elementos decorativos. Así es como se han descubierto pinturas renacentistas únicas en el resto de Europa o, a través de la arqueología, se ha podido poner en relación con importantes construcciones tardorromanas, entre otros aspectos.
La gestión turística de la Catedral que realizamos en la Fundación Tarazona Monumental ofrece visitas guiadas de gran calidad y cuenta con un completo programa didáctico para niños de todas las edades. Además, tenemos actividades lúdicas, así como conciertos, cursos, conferencias o visitas temáticas. También contamos con una exposición divulgativa (ubicada en el único ala visitable del claustro) en la que se da a conocer el estado de ruina en el que se encontraba el templo y cómo ha sido el proceso restaurador.
La «cocina sefardí» es una de las particularidades gastronómicas de la región y, la verdad, me ha resultado algo tan desconocido como curioso. ¿En qué consiste y qué platos o especialidades podemos encontrar dentro de ella?
Tarazona conserva su barrio judío y hay que decir que es uno de los más completos de España, lo cual le hace merecedora de pertenecer a la Red de Juderías de España. Desde las diferentes instituciones competentes en la materia se trabaja hace tiempo en su rehablitación y promoción y ha sido la iniciativa privada la que ha sabido encontrar en esta parte de nuestra historia una forma de especialización. Hay varios restaurantes en Tarazona que cuentan ya con menús sefardíes de degustación.
La cocina hebrea de la Península Ibérica emplea muchos de los ingredientes de nuestra gastronomía mediterránea, aunque influenciados por las normas que establecen claramente cómo cocinarlos, combinarlos y cuáles estaban prohibidos. Se caracteriza por el empleo de verduras, legumbres, cordero, pescado, frutas y frutos secos a la hora de realizar sus platos. Hemos de decir que en Tarazona son abundantes las recetas de verduras de cualquier tradición cultural, ya que se caracteriza por tener una huerta muy abundante y variada al lado del Queiles y cercana al Ebro. Y lo mismo ocurre con la micología, ya que en el Moncayo tenemos un abundante proveedor de setas y hongos.
Me cuenta también un pajarito que en Tarazona estáis muy orgullosos de ser el lugar de nacimiento de un actor muy entrañable y muy conocido: Paco Martínez Soria y que incluso alguna de sus películas fue rodada en parte en la localidad. ¿Hay algún rasgo de aquellos personajes entre inocentes, entrañables y bondadosos que interpretaba en sus películas que creas que comparte con la gente que vive en la Tarazona de hoy?
Paco es un personaje muy querido para nosotros y nos sentimos muy orgullosos de que la película Vaya par de gemelos se rodara en las calles de nuestra ciudad. De hecho fueron varios los homenajes que se le rindieron en vida y contamos con un festival de cine de comedia que lleva su nombre. La gente de Tarazona, si se caracteriza por algo, es por ser hospitalaria, noble, llana y emprendedora, valores que Paco no sólo llevó a la gran pantalla y al teatro, tanto en su faceta de actor como en la de empresario, sino que demostró a lo largo de toda su vida como buen turiasonense.
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