Cada vez somos más personas las que elegimos trabajar a distancia todo el tiempo. Gracias a Internet, podemos elegir la ciudad desde donde queremos trabajar. Pero muchos aún no lo tomamos como una oportunidad para conocer desde dentro otras sociedades, países o culturas, por falta de información o de apoyo en determinados lugares. Una de las razones por las que esto no pasa es porque los destinos aún no han apostado por atraer a este tipo de viajeros/trabajadores. La ciudad que se promocione primero como un destino ideal para este nuevo tipo de viajero tiene mucho que ganar.
Por lo general, las personas que estamos en esta situación de teletrabajo habitual somos jóvenes, formadas, económicamente autosuficientes, dinámicos, propensos a los cambios sociales y -en muchas ocasiones- muy vinculados a los sectores relacionados con las nuevas tecnologías. Dejadme pecar de modesto, pero creo que somos personas que podríamos ser muy bien recibidas por miles de ciudades en todo el mundo, por lo que podemos aportar de conocimientos, espíritu internacional, desarrollo tecnológico y promoción turística.
No ocupamos puestos de trabajo locales, sino que los llevamos allí desde otros lugares y, en todo caso, siempre podemos crear alguno más temporal o permanentemente. Contribuimos -consciente o inconscientemente- en mejorar la formación de los habitantes locales con nuestras experiencias y, en el mejor de los casos, nos sentimos tan a gusto en la ciudad que decidimos quedarnos en ella y convertirla en nuestra base de operaciones activando la vida económica de una zona.
Sin embargo, que yo sepa, aún ninguna oficina de turismo se ha animado a lanzar algún programa concreto para que quienes podemos llevarnos nuestro trabajo a cuestas conozcamos sus países, regiones o ciudades. ¿No somos aún un grupo suficientemente interesante, no se ha pensado en ello o, simplemente, se ha innovado poco?
Los teletrabajadores somos viajeros, visitantes y residentes potenciales en un determinado país, región o ciudad. Lo bueno que tenemos para las ciudades que nos quieran recibir es que podemos movernos libremente y con mucha facilidad. Sin embargo, esta misma facilidad para movernos supone también un punto malo para los destinos, ya que tan rápido como llegamos a ellos, podemos irnos a otro si el primero no nos convence.
¿Qué valoramos?
A la hora de evaluar la posibilidad de establecer una localización temporal de mi trabajo en otro lugar diferente del que resido, miro una serie de criterios que me hacen decantarme por unos destinos u otros. Cada teletrabajador es diferente y tendrá unas prioridades especiales, pero espero que las mías puedan servir a algún organismo turístico para meditar sobre cómo podría atraer a más visitantes como nosotros.
Estos son los criterios que suelo analizar al trasladarme a una ciudad nueva para trabajar:
- Para trabajar, necesito una conexión a Internet rápida, buena y fácil de contratar. Es esencial. Si, luego, en la ciudad, dispongo de otros puntos adicionales donde conectarme o el WiFi gratuito está extendido, será una gran ayuda para mi actividad. El precio de las conexiones- siempre que la calidad sea buena y el coste no sea excesivo- influye, pero no es decisivo.
- Una ciudad con un clima agradable. Sabemos que no siempre se puede pedir buen tiempo, pero si durante la mayor parte del año el clima es suave o se acerca a mi ideal, será un buen comienzo para adaptarse.
- Como la idea inicial es que no se pase mucho tiempo en la ciudad, necesitaría encontrar un piso, apartamento o habitación en alquiler lo más rápido que se pueda. No quiero pasarme la mitad de una estancia buscando piso. Cuanto mejor sea la relación calidad/precio, más a favor de la ciudad; pero lo importante es que lo encuentre rápido y sin muchos problemas.
- Si, además del apartamento, la ciudad tiene una buena oferta de oficinas, despachos o lugares de trabajo donde desarrollar mi actividad a precios razonables, sería un plus. Más aún si pudiera compartir lugar de trabajo con gente afin o de mi sector.
- Me gustaría estar en una ciudad que fuera estéticamente bonita o, al menos, estuviera rodeada de paisajes o lugares interesantes. Así podría contar más cosas sobre ella y sentirme más feliz. Playa, montaña, cultura… cualquier cosa me vale.
- Necesitaría interacción social más o menos rápida. Un lugar donde la gente sea receptiva, sociable y agradable y donde sea fácil conocer gente nueva y socializar con personas afines. Si hay actividades o iniciativas sociales, culturales o académicas que favorezcan que la gente se conozca o interactúe, sería un gran punto a favor de ese destino.
- Me gustaría estar en una sociedad que esté en una situación socioeconómica similar a la mía: no quiero ser la persona más humilde de una determinada ciudad o barrio, pero tampoco quiero estar en un sitio donde me sienta agobiado por la miseria de los que me rodean.
- Soy una persona urbana. Necesito interactuar con la gente y cierta vida. Retirarse a un pueblo pequeño es muy relajante, pero busco conocer gente, lugares y tener experiencias urbanas. La ciudad es lo ideal para ello.
- Además de trabajar,me gustaría hacer cosas que me enriquecieran desde el punto de vista personal, social o laboral: participar en alguna asociación, hacer algún curso de idiomas o cultura local o, incluso, hacer algunas prácticas o compartir conocimientos con alguna empresa local.
- ¡Fiesta! Eso nunca está de más.
- A veces, surgen imprevistos que me obligan a tener que viajar de urgencia a casa para reunirme con un cliente o atender una situación familiar, por lo que valoro mucho las buenas conexiones con mi ciudad de origen (Madrid) o, al menos, con otros puntos de Europa desde donde pudiera llegar a ella en pocas horas.
Oficinas de turismo. ¿Os atrae la idea? ¿Os interesaría contar con gente como yo para visitar, vivir o trabajar en vuestra ciudad por un tiempo limitado… o lo que se tercie?
Habladnos de vuestras ciudades y dadnos razones para ir a conoceros y a vivir entre vosotros por un tiempo. Pensad en quienes somos y qué necesitamos y que cada vez somos más y pronto empezaremos a ser unos visitantes muy deseados. Así que, si podéis, demostradnos desde ahora que vuestra ciudad es perfecta para acoger a gente que lleva su trabajo a cuestas, aunque sea por poco tiempo.
Hace poco hablaba con unos amigos de este tema, bueno, en realidad se empezó hablando de los puestos de trabajo que Internet le esta quitando a los agentes de viajes, pero lo cierto es que bien utilizado, Internet es un arma perfecta para que haya mejores trabajadores y más motivados. Efecticamente, lo que propones es una gran solución y una gran idea para que todos pensemos un poquito acerca de esto.
Un agradable descubrimiento tu blog. Saluditos.
Hmmm. Interestante tema. Desde hace tiempo en concepto de «place marketing» se vincula directamente la promoción de una ciudad para vivir y para visitar. Las oficinas de turismo no suelen entrar directamente en el tema trabajo pero sí suelen estar incluido en plans de desarrollo y marketing de los ayuntamientos. Uno de los mejores casos que conozco es el de Sitges que tenía claro la relación entre el Talento y la prosperidad. Resumido era si pueden atraer a su ciudad a gente creativa y con talento estos aportarán su talento en beneficio de la ciudad y la ciudad sale ganando en imagen e innovación. En su plan estratégico identificaron dos cosas claves para atraer el talento de todas partes del mundo. Primero: tolerancia y libertad y segundo: instalaciones. Crearon un centro de innovación y diseño con lofts y estudios en alquiler. En fin es un ejemplo interesante de los pocos sitios que han entendido lo que ahora propones. Suerte
Gracias por el comentario, Víctor.
La verdad es que ese tipo de iniciativas serían muy útiles tanto para tu proyecto de Vivir Europa (www.vivireuropa.com) que recomiendo seguir a todos mis lectores, como para otros similares.
Realmente deberíamos ser viajeros interesantes para muchos destinos: gastamos dinero, creamos empleo, damos a conocer la ciudad y aportamos lo que podemos a la sociedad que nos acoge. A cambio, tampoco pedimos nada; pero sí que valoraríamos mucho (al menos en mi caso) que alguien o algo me facilitara las cosas a mi llegada (aunque fuera tan solo consejos o un intermediario para alquilar un piso y un despacho y sugerencias de dónde poder conocer o reunirme con gente local para empezar la vida por allí).
A ver si alguien recoge el guante. Estaría muy bien tener una o varias ciudades de referencia en Europa para teletrabajadores jóvenes. Y, estoy seguro, de que quien emprenda esta iniciativa, va a tener buenas oportunidades de desarrollo.
Genial artículo y muy interesante la idea. Como sabes pronto estaré haciendo precisamente eso, vivir en otras ciudades mientras sigo desarrollando mi teletrabajo y me sorprendía el hecho de que, como bien dices, no hay ningún tipo de reclamo para trabajadores de este tipo por parte de las oficinas de turismo.
Esperemos que obtengas respuestas o que al menos les hagas pensar.
¡Un saludo!