Este mes lanzamos nuestra guía de Munich, la capital de Baviera, una ciudad conocida en todo el mundo por la Oktoberfest, sus equipos de fútbol, los Juegos Olímpicos de 1972 y su fantástica cerveza, pero que resulta un fantástico lugar para hacer un viaje de corta duración, ya que dispone de un centro histórico pequeño y acogedor, excursiones cercanas a lugares de importante valor paisajístico e histórico, importantes museos y una animada vida nocturna.
Hacer turismo en Munich es mucho más que cerveza y Oktoberfest y en este artículo queremos hacerte una breve introducción a la ciudad.
Al comenzar en el centro nuestro paseo de turismo por Munich- una de las ciudades más importantes y más pobladas de Alemania- nos llamó mucho la atención la tranquilidad que se vive en él. Es cierto que Marienplatz– que es el punto neurálgico de la vida en Munich- siempre está abarrotada de paseantes o turistas, pero esta plaza está rodeada de calles pequeñas y tranquilas- donde conviven los peatones, las bicicletas y pocos coches- organizadas en círculos concéntricos alrededor de la plaza principal.
Marienplatz, como hemos dicho anteriormente, es el punto central de Munich y el punto de mayor atractivo turísitico. Allí se encuenta el edificio del Ayuntamiento, el más representativo de la ciudad, que recuerda en su estilo arquitectónico a los grandes ayuntamientos belgas, pero que tiene también dos particularidades importantes. Por una parte, la enorme torre de 79 metros de altura, desde la que se puede contemplar toda la ciudad; y, por otra, el carrillón de su reloj en el que aparecen representados personajes importantes de la ciudad de Munich y que se pone en movimiento de dos a tres veces al día, dependiendo de la época del año.
En Marienplatz podemos encontrarnos también otros lugares relevantes de Munich, como el antiguo ayuntamiento o la Columna de Santa María, mientras podemos ver de fondo las torres de ladrillo de la cercana Catedral de Frauenkirche coronadas con cúpulas redondeadas de color verdoso que se han convertido también en uno de los símbolos de la ciudad. De allí parte una zona comercial peatonal que reune a los principales comercios de la ciudad, por un lado, y por otro, a pequeñas callejuelas que nos conducen por el centro histórico de Munich.
En el centro histórico de Munich, podemos encontrarnos cervecerías históricas como la impresionante Hofbrauhaus– una visita imprescindible para el viajero- o mercadillos tradicionales como el de Viktualienmarkt, visitar la Catedral o ver algo de la majestuosidad bávara de tiempos pasados en edificios como la Residenz o la Ópera.
Deporte y automóvil articulan la Munich más moderna
Pero Munich no se queda sólo en una parte histórica que fue duramente golpeada durate la II Guerra Mundial, sino que con el tiempo ha ido evolucionando y marcando nuevos hitos arquitectónicos. Los Juegos Olímpicos de 1972 dejaron en Munich uno de los complejos deportivos más impresionantes que existen en el Mundo. Situados el en entorno privilegiado del Parque Olímpico, el estilo a base de estructuras de hierro y cristal del Estadio Olímpico, así como de los vecinos Pabellón y Piscina olímpicos resulta inconfundible.
Además, este complejo deportivo ha sabido integrarse en la ciudad fuera de los eventos deportivos, convirtiéndose -junto al Englischer Garten– en uno de los parques de referencia del turismo en Munich, con una colina desde la que se tienen bonitas vistas del centro y se intuyen al fondo las montañas de Los Alpes.
Pero la arquitectura deportiva de Munich no se ha quedado en el Parque Olímpico, ya que los dos equipos de fútbol de la ciudad -el Bayern Munich y el Munich 1860- han visto como ya en este mismo siglo se inauguró el estadio Allianz Arena, una enorme construcción que domina las vistas del norte de la ciudad y que es capaz de cambiar de color en su exterior para mostrar los colores de uno u otro equipo -rojo o azul- dependiendo del partido.
Además, Munich sigue moviéndose en la modernidad con la inauguración del espectacular edificio del BMW Welt (Mundo BMW), junto al Parque Olímpico.
La tradición de cerveza y Oktoberfest
Decimos que hacer turismo en Munich es más que cerveza y Oktoberfest, pero -por supuesto- no por ello deja de ser una ciudad marcada por la cerveza y Oktoberfest. La tradición de cervecerías y fabricas de cerveza de la ciudad es evidente en sus calles y sus costumbres.
La más grande de las fábricas de cerveza en Munich es la Hofbrauhaus que, aunque ya no produzca cerveza en el mismo local de su céntrica cervecería, dedica varias plantas enteras a salones con mesas corridas donde se sirven cada día miles de litros de cerveza en un ambiente festivo. No es la única gran cervecería de la ciudad, ya que Löwenbräu y Augustiner, entre otras, tienen también grandes y bonitos locales en la ciudad, donde disfrutar de la fantástica cerveza servida en los tradicionales «mass» o jarras de litro.
Munich es también la ciudad de los «biergarten», que traducido literalmente al español sería algo así como «jardín de cerveza» y supone algo parecido a nuestras terrazas de verano. Cuando el tiempo acompaña, es muy frecuente dejar el interior de la cervecería y salir a beber a la calle en alguna de las terrazas que se instalan en la calle o en los patios interiores de la cervecería.
Y luego está la Oktoberfest, con el equívoco a que lleva su nombre, ya que se celebra durante las dos últimas semanas de septiembre y apenas engloban los días de octubre que van hasta su primer fin de semana. La Oktoberfest es fiesta de muchos excesos. En ella se beben millones de litros de cerveza (7 millones en la edición del año 2010) y dentro de las tiendas que la componen se vive un ambiente especial donde se puede estar hablando tranquilamente con un desconocido vecino de mesa de la otra punta del Mundo segundos antes de estar subido encima de la mesa bailando al son de la banda. Es una fiesta de participación y de alegría.
Y eso que, pese a la enorme cantidad de personas que visitan el recinto, la esencia de la Oktoberfest se vive en las doce mal llamadas «carpas» -auténticos edificios desmontables con capacidad para miles de personas-, decoradas cada una con un estilo propio y dedicadas exclusivamente a una marca de cerveza. Allí, miles de personas, muchas de ellas vestidas con trajes tradicionales bávaros, pasan horas bebiendo, sentadas en los bancos tradicionales, hablando y bailando la música de la banda de la carpa.
Excursiones cerca de Munich
Munich es una ciudad cómoda para el turista. Las distancias entre los diferentes puntos de la ciudad no son especialmente grandes y la red de transporte público es muy buena, por lo que la ciudad se puede recorrer perfectamente con calma en poco más de un día. Por tanto, podemos aprovechar el resto del viaje de turismo en Munich para realizar otras excursiones por las proximidades, ya que en los alrededores hay lugares de gran interés natural, histórico o arquitectónico.
La excursión más habitual y más cercana desde Munich es el campo de concentración de Dachau, donde se pueden ver los restos de los horrores del nazismo, pero no es la única excursión próxima a la ciudad. Para un día de campo, los cercanos lagos Starnberg y Ammersee son una alternativa cercana y tranquila; mientras para excursiones algo más alejadas podemos visitar las ciudades de Ratisbona o Nurenberg o los espectaculares castillos y palacios de Neuschwanstein y Linderhof, ya en plenos Alpes. Y, también, no muy lejos de Munich podemos conocer las ciudades austriacas de Salzburgo -cuna de Mozart- e Innsbruck.
En resumen, Munich es un destino turístico que puede parecernos algo infravalorado para las alternativas de ocio y turismo que tiene.
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