Pese a la imagen que tenemos de China como un país de bicicletas, el tráfico en las grandes ciudades es bastante malo. Algo lógico cuando millones de personas comparten urbe. Sin embargo, las autoridades chinas son originales a la hora de buscar remedios curiosos para el transporte colectivo. En Shanghai, resolvieron los problemas de conexión entre el centro de la ciudad y el aeropuerto construyendo el único tren Maglev en funcionamiento en el mundo y, ahora, en Pekín, quieren mejorar el transporte público con la instalación pionera de un nuevo autobús elevado por encima del tráfico.