En este artículo sobre San Francisco que publicamos hace algunos meses, ya os presentamos la mayor parte de los atractivos de la que es la ciudad más turística de la Costa Oeste de Estados Unidos. Hoy queremos ampliar el que, en mi opinión, es el más especial de ellos: la visita a la isla y a la antigua cárcel de Alcatraz, un destino tan pintoresco como mítico, debido principalmente a la fama de prisión de la que era imposible fugarse que le ha acompañado siempre.
La cárcel de Alcatraz se alza sobre una pequeña isla del mismo nombre ubicada en mitad de la bahía de San Francisco, a la que se llega en un recorrido en barco de unos veinte minutos. Aunque la isla había tenido interés estratégico y militar anteriormente, sólo adquirió renombre mundial entre 1934 y 1963, cuando estuvo en funcionamiento una prisión que se creía a prueba de fugas y por la que pasaron delincuentes tan conocidos como Al Capone. Hoy está deshabitada y convertida en reserva de aves, aunque recibe diariamente centenares de turistas.
La ubicación de la isla, en mitad de la bahía, hacía que los presos que quisieran fugarse tuvieran que atravesar la bahía de San Francisco para llegar a tierra firme. La verdad es que la distancia de 5 kilómetros desde la isla hasta la ciudad de San Francisco no es especialmente larga, pero la temperatura muy fría de las aguas y las fuertes corrientes hacen que sea muy difícil de atravesar a nado. Sólo hubo una tentativa famosa de fuga, en la que tres presos consiguieron salir de la prisión y crear una balsa, pero no se sabe a ciencia cierta si consiguieron llegar a la orilla o perecieron en el camino.
Llegar a Alcatraz
Visitar la isla de Alcatraz es sencillo para los turistas, pero conviene tener en cuenta algunos preparativos. El primero de todos es ser previsor y reservar los billetes con antelación a nuestra visita, especialmente si la realizamos en temporada alta. Hay que tener cuidado, también, con algunas empresas que ofrecen excursiones en barco a Alcatraz, pero al final no incluyen la visita a la isla y se limitan a mostrarla desde el barco. La única empresa que tiene licencia para desembarcar en Alcatraz es Alcatraz Cruises, que permite reservar los billetes por Internet. Eso sí, en muchas ocasiones sus billetes o servicios se incluyen en paquetes más amplios de otras empresas de excursiones. Cuando contratemos una excursión en barco a Alcatraz, es mejor asegurarnos de que podremos desembarcar en la isla.
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Al tratarse de una reserva de aves, la isla de Alcatraz está bajo la protección de la red de parques nacionales de Estados Unidos, pero podremos movernos con bastante libertad por el recinto de la cárcel. Al llegar en el barco, nos recibirá un responsable del parque nacional que nos hará una primera introducción a la isla y nos indicará el camino de la visita.
Una vez dentro de la cárcel, podremos ver un breve audiovisual sobre su historia antes de pasar a recoger la audioguía que viene incluida en el precio del billete del barco. No existen visitas guiadas a la cárcel, pero la audioguía -que está disponible en varios idiomas, entre ellos el español- es muy completa y nos presenta uno a uno todos los lugares de interés del recinto.
Dentro de la prisión, lo más impresionante son las galerías de la cárcel con las celdas a ambos lados. Las celdas son muy estrechas, con una puerta de barrotes metálicos que deja ver totalmente lo que se hace dentro y se prolongan una al lado de la otra a lo largo del pasillo sin solución de continuidad en varias alturas. Sólo se pueden visitar las del piso de abajo aunque, la verdad, son todas iguales.
Algunas de ellas están abiertas sin ningún tipo de mobiliario para que los visitantes puedan verlas y hacerse una ideal del espacio que tenían disponibles los presos. En algunas de ellas, a las que no se puede acceder, se ha reproducido cómo sería una celda de la prisión cuando estaba ocupada, con los útiles y mobiliario correspondiente. Incluso, una de ellas, está dedicada al famoso intento de fuga y cómo los tres presos que intentaron escaparse utilizaron falsas rejillas y cabezas de cartón para engañar a los guardias.
La visita a las galerías se completa con las de otras dependencias de la cárcel, a las que se tiene mayor o menos acceso, como las oficinas de administración, el comedor o la lavandería.
La visita a la cárcel de Alcatraz tiene como atractivo adicional poder disfrutar de fantásticas vistas de la ciudad de San Francisco desde alguna de las explanadas y miradores de la isla. Sobre todo, si el sol nos acompaña, tenemos vistas impresionantes de la ciudad desde la isla. Además, si somos aficionados a la naturaleza, podremos disfrutar de una interesante variedad de aves que pululan por las zonas de la isla donde no llegan los turistas. Por último, podremos contemplar también lo que queda del paso por la isla de la reivindicación de los indios americanos, que ocuparon la isla durante 19 meses a finales de los 60 reclamando mejores condiciones de vida.
Alcatraz es una visita imprescindible en San Francisco. Tiene una mezcla de historia, leyenda y atractivo que es irresistible para quienes la visitan. Por eso, es una buena idea asegurarse de que la podamos ver reservando los billetes con antelación y evitar sorpresas de última hora, especialmente si no vamos a estar mucho tiempo en la ciudad. Basta con dedicarle una mañana o una tarde. No os decepcionará.
Y hay que ir abrigados!! Nosotros pasamos un montón de frío en el barco. Estaba anocheciendo (verlo es muy bonito) pero con el microclima que tiene SF hacía un fresquete que no veas…
Laura.
Un mítico lugar que sin duda debe ser punyo obligado si tenemos la oportunidad de visitar la cd. de San Francisco en E.U.